jueves, 7 de julio de 2011

"Lozoya y Pinilla: Encantar es su Naturaleza"


Es impresionante ver como cambian las características en cada una de las rutas aunque estemos en la misma cadena montañosa de Guadarrama - provincia de Madrid, exceptuando dos o tres generalidades en la zona, tan importantes como son el agua (al fin y al cabo es la sierra del agua) la vegetación y las vistas, existe gran cantidad de diferencias, puesto que en cada zona se observa en mayor o menor medida el turismo y la ganadería entre otros, las vistas son maravillosas aunque los paisajes cambian, sus gentes y también claro esta, el grado de dificultad para recorrer cada circuito.
La cuenca del Lozoya no podía quedarse atrás, tiene mucha movilidad turística y deportiva puesto que sus espacios que le hacen atractiva tanto para el ciclismo de montaña y las excursiones a pie, como en general para el esparcimiento con la familia o la pesca. En esta ocasión descargaremos las bicicletas desde el pueblo de Lozoya en la rivera del embalse de Pinilla, un pueblo edificado en un entorno tan natural como algunos otros en la zona, que parece pertenecer al paisaje, inmerso en la parte baja de la montaña, manteniendo cierto carácter invernal en el ambiente.
La mañana se torna muy fresca digna de un jersey o cortavientos, pero el aire frió desaparecerá del ambiente en un par de horas para dar paso a un sol caliente y penetrante, así que hay que ponerse fino para ganar unos cuantos metros de altura a la montaña. Hay muchos ciclistas y excursiones que supongo van a parar a todos lados del embalse, y muchos coches al igual que el mío pasan con las bicis amarradas como pueden del techo o del portón del maletero en la parte de atrás o del enganche del remolque. Ver como la gente disfruta de este particular ambiente es bastante motivante.

Acabo de salir y luego de comprobar que llevo todo mi equipo, me descuelgo hacia el embalse para iniciar el camino y lo primero que me encuentro es un gato cruzando lentamente la pista con la satisfacción de llevar a su presa en la boca, una enorme lagartija que se quedaría en mi mente y recordaría un par de horas mas tarde al atravesar las praderas de la cumbre,  con menos impacto al ver de cerca las abejas recogiendo su polen y asimilar  su naturaleza, al igual que la de algunas otras especies, el gato se daba a su modo, su gran banquete.

De la perspicacia depende que detectes en el entorno este tipo de circunstancias, pues si te concentras demasiado en los pedales, a lo mejor te pierdes de todo lo que te rodea y estas cosas que pueden parecer sencillas no dejan de ser maravillosas. Como las nubes mismas, que en este recorrido parecen percatarse que estamos allí disfrutando de la naturaleza y dejan a un lado su timidez para danzar de un modo tal, que adornan el camino y van abriendo paso a la luz del día como esa cortina que debilita los rayos de luz de una calurosa mañana de verano. La multiplicidad de figuras que cubren todo el firmamento te hacen pensar tantas cosas, lo se, en esta parte de la ruta hace fresco, hay un largo camino por delante lleno de sorpresas y sabes que mas tarde hará mucho calor.
El camino podría parecerse a cualquier otro de la sierra, pero el conjunto le hace inconfundible. Bordear el embalse es un paseo sumamente gratificante para los sentidos y en la medida que te adentras en la montaña y buscas la sima las vistas hacia el embalse de Pinilla y los pueblos de la zona serán impresionantes, tanto si escoges subir al puerto de Navafría a unos 1723 m o si te  diriges hacia el parque natural de Peñalara en Rascafría, donde encontraras los picos de Dos hermanas  a 2085 m, Claveles a 2390 m y Peñalara a 2428 m entre otros que nos ocuparemos de describir próximamente.
En este caso hemos rodeado el embalse de  Pinilla para cruzarlo cerca de Pinilla del Valle y atravesar luego la montaña hacia Canencia, por donde pasaras pedaleando prácticamente de paseito deleitándote con el camino, el pueblo y el canon del río Lozoya. Luego de cruzar el embalse, comenzaras a subir por lo menos entre una y dos horas a un ritmo normal, hasta que encuentras la cumbre y se pierde el camino durante un largo rato, pasando por las praderas donde pastan ganado y caballos.
La cuesta tiene una dificultad elevada pero es relativamente corta, podría decirse que la mitad del camino es de subida y la mitad restante de bajada, es una ruta de aproximadamente 4 horas. Como siempre hay que ir con cuidado y es inevitable caminar unos cuantos metros con la bici, pues es difícil mantenerse sobre ella el 100% del tiempo y luego de la cumbre con los pastizales encuentras mucho arbusto con espinas.


Al final del recorrido encuentras de nuevo el camino hasta llegar a un pequeño tramo de carretera que te llevara a   Canencia,  terminaras disfrutando su arquitectura típica que le otorga su status de pueblo de la sierra y si pasas despacito o mejor te tomas algo para recargar energías y te bajas de la bici unos instantes  podrás  disfrutar del ambiente. El pedaleo a partir de allí, es un verdadero paseo que culmina cuando te encuentres de nuevo el embalse de Pinilla bordeándole de nuevo hasta Lozoya.


Lozoya, Pinilla y la ruta hacia Canencia tienen la capacidad de encantar, es su naturaleza.   Ir a página principal


Saludos!!!

lunes, 4 de julio de 2011

"Somosierra: Una Ruta de Cinco Pedales, Simplemente Espectacular"

Nos encontramos en la parte mas septentrional de la comunidad de Madrid para continuar nuestro recorrido por la sierra de Guadarrama,  bordeando la sierra del Rincón muy cerca de la autovía A1, para subir hasta el pico de las Tres Provincias o Cebollera Vieja, situado a 2128 m de altitud, disfrutaremos de la alta montaña y descenderemos rápidamente hasta llegar a Somosierra en el valle medio del Lozoya, posteriormente unos 10 kms mas con una subida menos pronunciada pero constante hacia Horcajo y Horcajuelo de la Sierra para rematar la jornada en Montejo de la Sierra. Esta ruta circular, cuenta la mayor parte del recorrido con caminos y pistas de piedra, tierra y trochas ideales para el ciclismo de montaña.  Aunque esta zona de alta montaña tiene elementos que caracterizan las rutas por la sierra, como por ejemplo la ganadería que encontraras en las zonas mas bajas con todo lo que esto conlleva, atravesando potreros con vacas, toros y verdes praderas, mas adelante descubrirás las verdaderas características  de esta ruta que le hacen única. 

Por otra parte encontraras diversos tipos de vegetación que destacan siempre en las zonas bajas y medias de sierra, con predominio de  pinos y a medida que subes solo encontraras riscos donde no crece la vegetación. Durante algunos tramos, al igual que en muchas otras rutas, nos encontramos con los típicos arroyuelos que ayudados por el hombre, cruzan el camino sobre hormigón, mientras otros se abren paso como pueden para llegar a formar parte de algún río o embalse.

También te encontraras con algún helipuerto de la red de emergencias de la comunidad y los típicos cortafuegos que separan hectáreas de árboles con algunos trazados que parecen pistas en las montañas, pero que te recuerdan que hay que ir con precaución y con responsabilidad, en cualquier estación del año.


Con una diferencia superior a los 1000 m de altitud con respecto al punto de partida, el Pico de las Tres Provincias o Cebollera Vieja se convierte en la segunda cima mas alta que he  subido hasta ahora en bici de montaña, después de la Bola del Mundo o el alto de Guarramillas considerado un pico especial. 

 
      
A esta ruta yo le asigno la máxima calificación, no son cinco estrellas, ni cinco tenedores. Son cinco pedales, no solo por su altitud, sino también porque el grado de dificultad es enorme, las cuestas muy empinadas que se repiten por tramos cortos y aunque te dejan descansar con tramos menos inclinados, la combinación se torna constante y se repite una y otra vez.

  

Esta ruta también  tiene a su favor la diversidad ecológica que te encuentras por las diferencias de altitud, llegando incluso a estar en el habitad de aves rapaces como las águilas y los buitres de gran envergadura en los picos y los riscos mas altos y difíciles de acceder.


En cualquier caso siempre es recomendable extremar la precaución durante los meses de febrero a agosto, en los que es mas probable su reproducción y para no molestar a sus polluelos.

Mientras tanto las vistas me recuerdan tanto la ventanilla del avión cuando sobre vuela la península hacia el aeropuerto de Barajas, como también que estamos siendo observados de cerca y constantemente por otras especies. Pero en definitiva, la máxima calificación de esta ruta radica en la satisfacción de alcanzar la cima y el reto que ha implicado para mi alcanzarla.

A poco mas de 60 minutos en coche desde Madrid se encuentra el pueblo de Montejo de la Sierra, lugar de que he escogido de salida porque a partir de allí y durante al menos 20 km la pasaremos subiendo hasta llegar al puerto. Creo que otra buena opción es salir desde el puerto de Somosierra, al igual que esta ocasión en el sentido contrario a las agujas del reloj. La mayor parte del camino es de subida y para llegar de nuevo a Montejo  la diferencia de altitud se recupera rápidamente por una pista con una pendiente superior al 10º de inclinación en algunos tramos en los que bajar se torna extremo.

Ayudado por la topología del terreno, extremadamente divertido, por esta razón el nivel de concentración y de adrenalina máxima lo encuentras en este corto tramo de aproximadamente 8 a 10 km de bajada. Recorreremos en total unos 48 km, la mayor parte de ellos subiendo. Aunque la bajada sea muy inclinada, en algunos tramos puedes alcanzar los 54 km/h y en la subida, bueno, los tramos mas lentos no superan los 3 o 4 km/h.

Pocos pueblos encontraras a tu paso, saliendo de Montejo de la Sierra, no te encuentras nada hasta después de pasar por el pico de Tres provincias y descender hasta Somosierra. La mayor parte del camino la pasas acompañado solo por las montañas y la naturaleza, algún campesino, ciclista o montañero.

El momento en que haces cumbre es muy especial, todo lo que te ha costado subir hasta allí queda opacado por la majestuosidad del sitio y al igual que la mayoría de veces que involucro la grandeza de la naturaleza en mis relatos, coincido en lo difícil que es encontrar palabras para describirlo, alguien coincidirá conmigo en asignar simplemente la palabra “Espectacular”.
Desde el comienzo, la ruta es muy exigente y tras lograr disuadir un enorme cachorro jugando a morderme las zapatillas mientras daba pedalazos,
atravesar los rebaños de vacas con un toro al cuidado de sus reces y los típicos rasguños en la piel con la vegetación mas espesa con espinas y que en las
zonas mas estrechas crecen a lado y lado del camino, he logrado ganar algunos metros, mientras lograba comprobar en el horizonte que el camino de subida se hacia infinito, por tanto era seguro que tendría que ganar 1 km en vertical. Como era de esperarse, mi emoción por lo desconocido y las montañas que se tornan exhibicionistas, como siempre en la sierra, me mantendrían ocupado prácticamente hasta la cima. El camino de regreso seria otro tema, pero en este tipo de ruta tienes la fortuna de poder regresar por el mismo camino de bajada o continuar por el camino circular si aun te sientes con ganas. En mi caso lo que me motivaba era la espectacular bajada del trayecto circular y eso merece el esfuerzo de continuar hacia Somosierra, a sabiendas que hay que subir de nuevo hasta Horcajo de la Sierra por caminos para rematar la ruta  callejeando  a través de este pueblo  típico
de arquitectura gótica de piedra y adobe del S.XV, a solo 3 km de nuestro destino. Su iglesia adosada, la de San Pedro, mira hacia el valle desde un extremo del pueblo. Este hermoso pueblo empotrado en la montaña ha tenido la capacidad de cautivarme a pesar de traer tantos km encima y de estar deseando llegar a mi destino. Recuerda que puedes descargarte la ruta completa en wikiloc.



 Hasta la próxima!!!




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domingo, 26 de junio de 2011

San Agustín de Guadalix y el Embalse de Pedrezuela: Contraste Entre hormigón, Arena, Roca y Vegetación


"Mi corazón permanecerá donde mi cuerpo no podrá volver nunca más." John Forbes
Esta zona rocosa y arenosa de la parte baja de la cuenca del rio Guadalix, contrasta con una extensa vegetación de encinas, enebros, quejigos, cornicabras,   verdes pastizales y potreros, con montañas rocosas y caminos de piedra y hormigon. A su paso por el rió Guadalix forma un hermosoo cañón apto para el paso en bici de montaña.



Formando unas pistas con tramos cortos realmente difíciles y otros mas sencillos en los que el camino parece confundirse en los pastos, por lo que encontraras desde trochas de vacas y praderas hasta caminos de hormigón.



Gracias a esto la ruta ofrece gran cantidad de desniveles, por lo que el constante subir y bajar ofrece diferentes tipos de caminos rompiendo la monotonía.



Aunque hay unas zonas bastante secas, en algunas otras partes del trayecto te encuentras con el embalse de Pedrezuela y refrescas la vista y en otras como en las zonas bajas del cerro de San Pedro te cruzas con algunos arroyuelos y pequeños humedales que deberás pasar con precaución para no terminar mojado de los pies a la cabeza. 



Por lo demás solo te queda llegar a la cima para deleitar con el horizonte hacia la ciudad de Madrid o también con la vista sobre algunos pueblos de la zona como el mismo San Agustín, Pedrezuela o El Molar, que brindan todo su encanto en la lejanía y en su cercanía.



Toda la ruta es muy interesante, pero la parte que mas me gusta es la del cañón del Rió Guadalix y el paso sobre el canal del Mesto antes de llegar a Pedrezuela.



El lugar es encantador con sus riscos y peñascos que sobresalen de la montaña y el rió en la parte baja, una pequeña sensación de vértigo te acompaña en las partes mas angostas del camino.



 “El caso es que, con ser hijo de la prisa y sobrino de la chapucería, el canal del Mesto palió antaño las carencias del Pontón y hogaño es, merced a su cubierta llana de tierra, un señor camino para recorrer el anfractuoso y selvático cañón del Guadalix, que de otro modo sería intransitable”. (tomado de excursionesysenderismo.com ruta 49). Todo por el contraste entre los riscos afilados del camino por una parte y la altura sobre el río por otra.

Muy buena ruta!Saludos!








viernes, 24 de junio de 2011

"La Bola del Mundo: Que Comience la Temporada"

"No tenía miedo a las dificultades: lo que me asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros".
Paulo Cohelo

La sierra esta conformada por una cadena montañosa que alberga cinco cuencas hidrográficas principales que representan la despensa de agua y aire de la ciudad y ofrecen el espacio ideal para los deportes de montaña, por lo que es el lugar preferido de caminantes, alpinistas, esquiadores, y de algunos amantes de deportes acuáticos de vela, remo o piragüismo por la gran cantidad de embalses que hay en la zona. En nuestro caso, lugar ideal también para el mountain bike debido a un sin número de rutas que nos dejan un trazado con opciones para programar prácticamente toda la temporada, con las gratas experiencias que ello implica, cada una, claro esta, con una historia que contar.

Algunas mas sencillas y otras llenas de emoción por descubrir lo maravilloso de la naturaleza. Esa parte te toca a ti, si quieres diversión, emoción y pasión, la sierra esta ahí: "no hay nada que hacer, cuando ante una montaña rusa alguien prefiere un carrusel". La sierra esta repleta de arroyos, peñascos, y de toda vegetación, sus pistas repletas de aventura. Había escuchado de la sierra, historias de vida y de encanto, de animales como ciervos, corzos, zorros y conejos, peces, reptiles, cigüeñas o águilas, contadas por caminantes, alpinistas, naturistas o ciclistas, cada uno refleja en su ojos los riscos, arroyos y pedriscos, o cualquier otra cosa que se han traído consigo a su casita cuando regresan. Ahora lo estoy comprobando, cuando hablo de mis rutas por la sierra me brillan los ojos. Rodar con la bici significa desconectar por completo, sentirme pequeño y grande a la vez y recargarme para lo que viene, es proponerse un destino y llegar a conquistar la cima, una tarea que implica dedicación, preparación y persistencia.


Dicen que la montaña es grande, y en este caso, aunque te la conozcas muy bien siempre seguirá siéndolo, porque merece mucho respeto. Ya nos habíamos acercado por el suroeste de la sierra en la parte baja de la cuenca del Guadarrama trayendo con nosotros los recuerdos de las verdes praderas que engalanan los valles y la naturaleza al rededor del embalse de Valmayor, la presa de los arroyos y la zona de el Escorial. A partir de aquí, la siguiente ruta de hacia la sierra comprende la parte alta de la misma cuenca del Guadarrama desde Collado Mediano y Alpedrete conectando con la cuenca del manzanares por la zona de Becerril de la Sierra y el embalse de Navacerrada.

A partir de alli continuaremos de oeste a este para ir aumentando gradualmente la altura, aunque en la parte alta de la cuenca del Guadarrama ya encontremos altitudes superiores a los 2000 m, la media tendera a aumentar hacia el este. En esta ocasión he decidido comenzar con una breve descripción de la subida a la Bola del Mundo al programar de una vez por todas esta subida que tenía pendiente. La Bola, es el nombre que ha heredado el alto de las Guarramillas porque fue el nombre del primer programa de televisión transmitido en España cuando solo existía un solo canal llamado La 1.

Aunque es una subida sencilla que puede hacerse a través del teleférico de la estación de esquí de Valdesqui, merece un pequeño homenaje puesto que es un lugar de referencia que observaras a lo largo de tus rutas por la sierra, debido a que se encuentra sobre los 2100m de altitud, siendo visible desde los valles de Valsain y Lozoya entre otros. Sus típicas antenas en forma de cohete le hacen diferenciar desde el horizonte. Hay que acceder a la Bola desde el puerto de Navacerrada, o como en la vuelta a España, puedes culminar una de las rutas por la sierra con este tramo como aderezo, o de postre.

La subida es muy corta pero requiere tener buenos pulmones, ya que la diferencia desde Navacerrada hasta la cima es de 350 m. En este punto se te despiertan los pulmones por completo, por decirlo de alguna manera, cuando la subas en bici lo entenderás. He culminado una ruta por la parte baja del puerto con esta subida, aunque me he acercado en coche hasta Navacerrada pero aun me sentía con ganas de subir, y cuando pensaba desfallecer en el camino y dar vuelta atrás, recordé una frase de George Mallory, que siempre me duele recordar, "'No puedo imaginarme descendiendo derrotado de la montaña ...", y como ya se me habia metido en la cabeza que tenía que subirla, pues en ello me puse. He empezado con las crónicas de la Sierra en la Bola del Mundo por una razón en particular, y es que otros veranos he visto siempre la Bola desde el horizonte y nunca terminaba subiéndola. Supongo que a partir de ahora muchos otros picos me parecerán mucho mas fáciles en comparación.

La subida se hace por una pista de hormigón y en algunos tramos coincidirás casi a la altura de tus orejas con el teleférico, entre esto, la dificultad de la cuesta y las vistas del horizonte alcanzaras suficiente vértigo para mantenerte ocupado hasta la cumbre, auque yo iba pensando además, si tendría que bajar por el mismo camino, lo cual era cierto, el descenso fue genial, he tenido que parar muchas veces para hacer fotos, por si acaso revisa bien tus frenos antes de salir. La subida pude hacerla sin parar, y es recomendable siempre que puedas. Por sencillo que se le parezca, la visita a la Bola del Mundo representa un lugar de referencia y una buena experiencia que recordaras seguramente toda la temporada y en invierno cuando este cubierta de nieve, es digno de vivir la experiencia.

Bueno, este verano también nos vemos por la sierra!!! Saludos!!!

"Allá donde las casas, y después los árboles y , a continuación, la hierba desaparecen, nace un reino estéril, salvaje y mineral; sin embargo, en su pobreza extrema, en su desnudez total, ofrece una riqueza que no tiene precio: la felicidad que se descubre en los ojos de los que lo frecuentan."


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domingo, 12 de junio de 2011

“San Lorenzo de El Escorial: se le nota la primavera”


Para nosotros los amantes del Mountain Bike, El Escorial es una parada obligada  de nuestra agenda  anual  en   la comunidad de Madrid, debido a que es una ruta muy completa, llena de extensas pistas en tierra y piedra, con cortos tramos de carretera y unas espectaculares vistas, que nos muestran  la inmensa cuenca del Guadarrama como antesala a nuestras excursiones hacia la sierra, paso obligado de algunas de ellas y de preparación en algunas otras, lo que lo convierte en la mejor manera de recibir la primavera. A medida que avanza mayo se notan en el ambiente el aroma de las flores y el verde de las praderas, invitándonos a recorrer sus cientos de km, gracias también a la subida de las temperaturas.


Comenzando este recorrido desde Boadilla del Monte, una pequeña ciudad situada a escasos km de Madrid,  recortamos a la ruta unos 30 km aproximadamente al recorrido saliendo desde casa, por lo que recorremos solo 105 kms de los 135 aproximados, lo que me resulta mucho mas cómodo y además permite que la ruta siga siendo circular. En cualquier caso puedes modificar el recorrido a tu gusto. Seguro que encontrarás el mejor modo de hacerlo, esta ruta por el Escorial siempre te sorprenderá de alguna manera a lo largo del camino, y puesto que es lo suficientemente difícil te exigirá cierta resistencia física, debes estar preparado para ello y recibir tus recompensas.


Al salir de Boadilla, desde el Palacio del Infante Don Luis, encontrareis una travesía formada en su mayor parte por senderos y unos cortos tramos de carretera en los que hay que circular con precaución. En la primera parte del camino encontrarás una subida corta hasta las Lomas, donde te  puedes topar con uno que otro golfista recogiendo bolas en la montaña, pero al salir de la urbanización encontrareis una pista de bajada muy divertida que culmina al cruzarse con la autovía del noroeste, no sin antes superar alguno que otro tramo mas difícil. Me molesta tenerme que bajar de la bici en la misma parte siempre que bajo por esta zona, pero luego de algunas caídas he aprendido que es mejor hacerlo, que tener que pedalear el resto del día con alguna lesión.

Siempre es mejor andar con precaución en este tipo de rutas largas. Luego de pasar por la autovía del noroeste,  atraviesas las poblaciones de Villafranca del Castillo y Villanueva del Pardillo, y a través de sus calles recorres algunos km sin darte cuenta, entre lo acogedor que resultan la ciudad y sus gentes, sobretodo los pequeños, quienes a tu paso te miran y te saludan como a un rezagado del tour de Francia o de la vuelta a España, o algo así.
Una vez dejas los pueblos, la primera recompensa viene luego de superar la interesante subida desde Villanueva hasta Colmenarejo que finaliza en la Universidad Carlos III.


La subida de este pequeño cerro despierta por completo tus pulmones y tus músculos, haciendo que te enteres de una vez por todas de  donde te encuentras, sobre todo cuando logras recorrer este tramo superando todos los obstaculos y mejor aún cuando te cruzas con otros que como tu van decididos a domar la montaña. Otra cosa muy distinta es llegar al embalse de Valmayor y atravesar la presa de los Arroyos, puesto que la travesía por esta parte de la cuenca representa un verdadero cambio de ritmo que te deja tomar un pequeño descanso durante su plano y entretenido recorrido a travez de sus pistas, animado por un hermoso paisaje que te refresca y te acompaña hasta el Escorial.

No te apures, ni te cortes para disfrutarlo, la ruta esta llena de sorpresas y al pasar por el Escorial tendrás tiempo para reflexionar si valió la pena o no llegar hasta allí, por mi parte ya conocen la respuesta. Ahora solo queda pensar en la vuelta a casa. El camino tiene también cierto grado de dificultad, sobretodo porque el sol, las horas y el cansansio te pueden pasar factura los últimos km, es un largo camino de regreso. 

De cualquier manera, si te lo tienes que  perder, puedes usar el ferrocarril, pero como estamos preparándonos para las grandes aventuras hacia la sierra de Madrid, seguimos en bici. Ya ha abierto paso el sol y de la nieve queda solo el recuerdo, en el horizonte se nota que quedan solo las montañas y nos vamos adentrando cada vez mas hacia ellas.  

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