miércoles, 17 de agosto de 2011

"Atardecer en la Bola del Mundo"



Hay algunas cosas que siempre suceden durante el ascenso a la bola del mundo, las pulsaciones por minuto se ponen al máximo, la velocidad es prácticamente nula y la diferencia de temperatura es muy notable a la baja. 14ºC marcaban a las 21:30 hrs. y seguiría bajando a medida que entrase la noche, lo que contrasta con los mas de 30ºC que traíamos durante el circuito en las zonas medias de la sierra.


Como ya sabéis el verano nos deja luz hasta cerca de las 22:00 y este corto pero productivo paseíto a la cuesta de Guarramillas o la Bola del Mundo os lo recomiendo si termináis cualquiera de las rutas por la sierra de tarde y os apetece hacer algo diferente. Si pasáis o estáis cerca del Puerto de Navacerrada, no dudéis en deteneros para subir. No solo porque es un buen postre para rematar una jornada dura de ejercicio, sino porque las espectaculares vistas y el ambiente de alta montaña colman todas las expectativas. Muchos de los senderistas que recorren esta zona no dejan de mostrar cierto asombro por ver a alguien subir por allí en bicicleta y yo me asombro, en parte, cuando les veo subir andando para pasar la noche allí, estoy convencido que también debe ser una buena experiencia.

Lo cierto es que el sol nos ha deleitado con un maravilloso atardecer y poco a poco van ganando terreno las luces en el horizonte, de la ciudad y de los pueblos cercanos a la sierra, que gran espectáculo. Las masas de agua de los embalses se notan en el paisaje, gracias a una luna llena que luce todo su esplendor luego de haber salido de su trinchera en el momento justo cuando se ha escondido el sol. Es la naturaleza que se luce ante los ojos de ilusos como yo que le apreciamos y que sentimos como nace y muere cada día, la sierra de Guadarrama respira, vive y te contagia de su esplendor, seguro que muchos de los que habéis merodeado por esta cadena montañosa comparten algunos sentimientos como los que intento describir, y sabéis lo difícil que es abandonar este espectacular lugar.


Que le vamos a hacer, hemos de dirigirnos a casa con la cámara llena de fotos, los diálogos grabados en nuestra mente de las conversaciones que hemos mantenido con nuestros nuevos amigos de las cumbres y ese toque mágico que le da el no ser capaz de describir completamente esa hermosa sensación luego de haber visitado este especial lugar.
                                                                          Hasta Pronto!!!

martes, 16 de agosto de 2011

“Miraflores, de sus Villas y Jardines a la Pedregosa Trialera de El Puerto de Canencia”



No es que haya dudado ni por un momento en apreciar las características de este peculiar pueblo de la sierra madrileña, que entre otras  cosas encanta con sus villas, jardines y todo su entorno, pero al pensar en recorrer este circuito a través de Bustarviejo y subir al puerto de Canencia en sentido inverso a las manecillas de reloj, me inquieto lo suficiente, sobretodo porque sé que me espera una subida muy difícil y muy técnica, no tengo idea de cuantas horas me cueste y si los arbustos están muy crecidos en el puerto, peor para mis piernas.


Solo unos cuantos metros después de atravezar por algunas de sus calles a el pueblo de Bustarviejo, tengo que afinar mi pedaleo y  mi equilibrio para intentar subir sin bajarme de la bici el mayor tiempo posible, tarea que la montaña se encargaría de ponérme muy difícil. Pero entre la espesa vegetación y una trocha de piedra muy inclinada adornada con pequeños arroyuelos que se abren paso poco a poco por las laderas, continuo mi camino despacito muy atento hasta que un arroyo se cruza en mi camino.

Parecía que la naturaleza reclamase el camino como propio por estar allí primero que el hombre, y de hecho lo hacía con tal decisión que poco a poco se ha cubierto de agua la trocha y no tuve otro remedio que dejarle seguir y continuar por un sendero hasta que porfin logré llegar a una trialera seca pero tan intransitable como algunos arbustos mas corpulentos y otros llenos de espinas lo permitían. He dejado estar pendiente del tiempo cuando descubrí que llevaba mas de dos horas subiendo, y todo lo que me faltaba. Si no reconociese esta parte del puerto de Canencia les aseguro que podría haberme planteado regresar...



Al fondo el pueblo de Bustarviejo, ya iniciada la subida hacia El puerto de Canencia

domingo, 7 de agosto de 2011

"El Berrueco: Cuatro embalses un solo objetivo, diversión!"



Ya sabía yo que me esperaba una tarde de sábado divertida, pues uno de los requisitos para que una ruta no defraude es tu disposición a dejarte llevar por ella, abierto y atento a lo que se va presentando.


Como de costumbre aprovecho los ratos libres entre diario para dejar a punto mi bici y dejar prácticamente del todo claro el recorrido, las baterías cargadas para el teléfono y el GPS, y aunque muy ligero, el equipaje. Se trata de una ruta que abarca zonas que conozco lo suficiente para no perderme pero no quiero líos, tengo que hacer unos 60 km y salir de tarde. Así que llevo entre otras cosas una linterna por si hace falta. Gracias al verano los días son muy largos y tendremos luz hasta las 22:00, pero también hace mucho calor. Al salir del Berrueco siento el aire muy fresquito para esta época del año y eso me tranquiliza bastante.



Durante la primera parte del recorrido tengo que sortear alguna imprevista trialera y caminos cortados por el Canal de Isabel Segunda por precaución, les he llamado para ver que todo esta bien y me han sugerido que tome el camino de piedra en lugar de la senda que va sobre el embalse, esta construido sobre algunos muros de la presa antigua y hay peligro de derrumbamiento, he visto gente circulando por ellos y veraneando en su rivera pero hago caso a su sugerencia. Para tener a cuestas el sol de las 14:30 lo cierto es que llevo muy buen ritmo y después de recorrer practicamente todo el embalse de El Atazar comienzo a subir dejando de lado el embalse de El Billar hacia Cerrada de la Fuente, no sin antes cruzarme en el camino con una pareja de ciclistas que además de demostrarme que no era el único dispuesto a divertirse, me saludan amablemente al cruzar una cerca y me preguntan por mi itinerario.


Ellos también acababan de salir y no lo tomamos con mucha gracia, pues además de algunas nubes que se han compinchado con nosotros y actúan como sombrilla, el viento fresco y nuestros caminos en sentido contrario, nos despedimos con los mejores deseos. Parecía que nos conocíamos, pero no, gente amable es lo que abundamos en la sierra. Pero yo sigo llevando en mi mente el largo recorrido que me espera y las pocas o nulas paradas que tengo programadas hacen que tenga que evitar detenerme en exceso para disfrutar el paisaje, lo mejor es intentar mantener el ritmo. Así que asimilo todo lo que puedo mientras pedaleo.

Al pasar Serrada de la fuente, además de encontrarme con la imagen típica de pueblo de la sierra, me encuentro también una apacible soledad en el ambiente generada en parte por la siesta del medio día que también en la sierra es sagrada, solo un perro viejo me miraría para seguir durmiendo (y aclaro que no hace falta que me persiga) con tanta pereza como años acostado en la escalinata de la puerta de su casa, puerta abierta con una cortina de esas de aire hechas de colgantes de las que solo había visto en la ciénaga grande, típico de esas casas que no tienen aire acondicionado y que para refrescarse solo hace falta que dejen la puerta abierta. Las callesitas estrechas y adoquinadas me dejarían para continuar mi recorrido por carretera, muy a pesar de mis ruedas de trail, pero que se agradecería por el aumento de la velocidad. Algo similar me sucedería a mi paso por Paredes de Buitrago unos km mas adelante, parece que no viviese ni un solo fantasma, en una curva muy pronunciada la calle: “Soledad”. Aunque es digna de una foto creo que no se la he hecho porque me dio algo de miedo. Solo un par de coches me encontraría, hasta cruzar la presa del embalse del Puentes Viejas, parada obligada para algunas foticos.

Luego de unos cuantos km, dejaría una vez mas la carretera para tomar un camino forestal mucho mas divertido con un sube y baja permanente a través de unas pineras que culmina otra vez por carretera, con mas gente ya despierta, como unos guardias civiles que me miran atentamente abrir y cerrar una berja mientras van en su todo terreno hacia Buitrago de Lozoya. Hay que tomar un tramo de la ruta del paseito por el valle de Buitrago pero con mucha montaña, pero la parte del valle, que tantas veces nos ha entretenido con su pendiente -1 ó poco mas para apenas pedalear, pero en sentido contrario mucho mas difícil hasta llegar al mirador de Riosequillo, un cachito mas de carretera por la M604 que sale de la autovía A1y que tantas veces tomamos hacia Lozoya y Rascafría y que sube hasta el puerto de Navacerrada. Pero nosotros solo nos apañamos unos pocos km por su asfalto, al llegar a El Cuadrón tomamos un camino mucho mas complicado y lleno de trialeras de subida que representan la parte mas difícil y divertida de todo el circuito, el nivel es alto y tiene mucha roca y dificultad técnica permanente y los pequeños descansos bajando tienen mucho riesgo. Termino de descolgarme hasta que cruzo la A1 nuevamente y me encuentro con otra trialera con algo de cuesta pero con mucha bajada hasta que tomamos la M131 hacia El Berrueco nuestro destino.

Pedazo de ruta que os he dejado en el endomono y el wikiloc, excelente en todos los sentidos, Si hubiese una categoría que implicara tener un poco de cada una, entre tramos fáciles y difíciles, carretera, caminos forestales, trialeras, mucha vegetación y mucha piedra, valle, algo de montaña, muchos pueblecillos a tu paso y porsupuesto espectaculares vistas, le asignaría la categoría "divertidisima". Te encontraras tres embalses, bueno en realidad son 4, El Atazar, El Villar, pasas la presa de Puentes Viejas y Riosequillo. Como siempre ahí esta pintada la Sierra de Madrid, siempre sorprende, espectacular ruta os la recomiendo, preparaos para la diversión durante las casi seis horas de recorrido, no os arrepentiréis, llevad mucha agua, la necesitareis!!




              Saludos!!!

domingo, 31 de julio de 2011

La Pedriza: Por Algo le llaman Zetas, Por Algo Le Llaman La Pedriza”


Como ya había adelantado, una vez mas la localidad de Manzanares el Real nos acoge para otra interesante travesía por la sierra de Madrid, es el turno de recorrer La Pedriza.

Una buena opción para hacerlo en bici de montaña, es a través de la ruta de Las Zetas, nombre que ha ido recibiendo la cuesta por la constante forma de “Z” que tiene el camino para llegar a la cima, pero no es su único calificativo puesto que además de abarcar cerca de 10 km de subida, al final recompensa con una divertida y larga bajada. Gracias a ello podemos recorrer una gran extensión del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, y gracias también a pequeñas variantes podremos escoger el grado de dificultad, tanto en desnivel de subida como en extensión.

Puedo aseguraros que subir a lo mas alto merece la pena, porque como de costumbre la dificultad de la cuesta se ve opacada por el espectáculo que tiene montado la naturaleza en este lugar de la sierra y su magnetismo obedece a la capacidad que tiene esta cadena montañosa del Guadarrama de impactar de la mejor manera y dejarnos con la boca callada a todos quienes disfrutamos de los deportes de montaña.

Solo al traspasar la barrera que restringe el numero permanente de visitantes en coche a 150 (si no vais pronto tendréis que esperar a que alguien salga para poder entrar, o caminar desde la barrera, nosotros no tenemos este problema puesto que vamos en bici), tomamos una pequeña carretera de doble sentido que culmina en un parking que nos da la entrada a una senda amplia de piedra y arena muy firme que nos permitirá recorrer prácticamente todo el circuito sin dificultad técnica, por supuesto con mucha cuesta.


Subimos gran parte del tiempo bordeando el río Manzanares, y a medida que ganamos altura y nos adentramos en la montaña, intimamos con los arroyuelos que vierten sus aguas al río, le dan vida y garantizan su existencia.  A partir de ese momento todo empieza a ser mágico, no solo porque no comprendes plenamente el porque esta gigantesca masa de cuarzo y mica fundida abunda en el paisaje, sino también porque este peculiar ecosistema se ha apañado para convivir armónicamente entre tanta piedra, lo cautivador que resulta de toda esta combinación, es lo que garantiza tu objetivo, la alta montaña con el sello de la Pedriza se encargara que disfrutes el respirar aire puro y deleitar la vista.


Había decidido salir muy pronto en la mañana desde Madrid, porque me hacia ilusión ver un amanecer de estos en las montañas, así que cuando estaba descargando mi bici en Manzanares, apenas había luz, mas allá de la generada por algunos focos del alumbrado publico del pueblo, de manera que  con los primeros rayos del sol pude dar los primeros pedalazos.

A mi paso, sentía como algunos montañeros en su saco de dormir se despertaban bien para empezar ya sus caminatas, o bien para dar vueltas hacia el rincón, era demasiado pronto, pero yo llevaba en mi mente colonizar algunos miles de metros de peñascos, ya tendría tiempo para descansar. La mañana estaba tan fresquita y los primeros metros me hacían reflexionar acerca de si son las montañas las que me motivan tanto, o soy yo quien tiene la capacidad de cautivarse con las cosas que son cotidianas para mi? Creo que he madrugado mucho, a mi paso unas cabras montesas saltaban dando gigantes tumbos para cruzar el camino, a pocos metros delante mío, pillándome completamente desprevenido, haciendo mas efecto que el primer café de la mañana para espabilarme.

Unos cuantos metros mas arriba me cruzaría con las primeras vacas del día, de esas que pastan a un lado del precipicio como si nada, auque les pases a 50 cm ni se inmutan, parecen acostumbradas a nosotros, aunque sus terneros mas ariscos te hagan preparar los pies por si acaso hay que pedalear a toda. Nada de esto fue necesario, pero me he podido subir mas de la mitad de la cuesta sin darme cuenta, lo que es mucho comparado con alguna que otra sesión en el gimnasio en la que pedalear una hora se me hacia eterno, otro punto mas a favor de la Pedriza.

Pero aun me quedaba todo el día por delante,  además de encontrarme con otros ciclistas y montañistas algunos con mas barriguita subiendo despacito, a mi paso por esta espectacular “Autopista” me encontraría con sitios maravillosos y emblemáticos de la sierra, como la peña de El Yelmo,  El Collado del Carbón, El Tolmo, El Collado de las Dehesillas o de la Silla, el Pajarito, la Vela, la Peña del Indio, la Tortuga y hasta con la Bola del Mundo entre otros que recuerdo.


Estoy seguro que volveré las veces que haga falta hasta que entienda todas sus formas, por lo pronto estoy contento por haber  descubierto porque le llaman las Zetas, porque le llaman la Pedriza y por haberme permitido el lujo de ver nacer el río Manzanares. Descubrirlo quizas sea mas fácil que describirlo. 

Concluyo contestando a mi pregunta, es cierto que tengo un poco de cada uno, las montañas me impresionan tanto como mi capacidad de cautivarme con lo cotidiano, lo considero una de mis mas grandes fortunas.
 


SALUDOS!!!!
Gracias por los R-Twitts y Shares del Fbk


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jueves, 28 de julio de 2011

"Santillana: No hay Madrid sin Manzanares"


Es posible que el embalse de Santillana tenga más historia que agua y por ello también es posible que  en este recorrido cercano a los 35 km, nos transportemos mágicamente en el tiempo mientras apreciamos sus maravillosos paisajes de alta montaña con cierto toque alpino.

A unos 50 km de Madrid se encuentra Manzanares el Real, otro encantador anfitrión del mountain bike, cuyas calles nos servirán de partida para algunas grandes travesías por el parque regional de la cuenca alta del manzanares. Por tanto nos ocuparemos pronto de La Pedriza con cuestas como la del Puerto de la Morcuera y el pico Cabeza de Hierro o las Zetas, al igual que de escenarios alrededor de pueblos tan significativos como Soto del Real y Miraflores de la Sierra entre otros.


Ya dispuestos, partimos desde Manzanares hacia el embalse de Santillana bajando por el cementerio para cruzarlo por la parte angosta y asi tomar la senda para completar el circuito a su alrededor, prácticamente todo el tiempo a orillas del embalse.  Solo hay algunos km en los cuales nos alejamos un poco del agua por un rato, pero mientras tanto,  a lo lejos podemos apreciar la hermosa torre neogótica de una de sus presas antiguas que caracterizan el embalse y que le conjugan coherentemente con el castillo de Manzanares el Real, el cual nos encontraremos justo antes de terminar la ruta.

Le Tengo un cariño  especial a este recorrido y no es precisamente porque sea difícil ni todo lo contrario, sino porque me trae recuerdos de otros sitios y auque el paisaje es encantador, me resulta sobrecogedor circular paralelo a las vias del tren. Es completamente inevitable que recuerde con nostalgia algunas rutas de otros países, que quien sabe cuando volveré a recorrer. A aquellos que no tienen muchos km de montaña o se estan estrenando en BTT, les recomiendo dar este agradable paseo con muy poca exigencia física, yo en mi caso lo he hecho para reflexionar y descanzar un poco mis músculos, este es mi mejor aderezo.

Os aseguro que la pasareis en grande, tenéis el track de la ruta en mi usuario de wikiloc (ver columna de la derecha)...
     
hasta la vista!!!


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