Entre vegas y dehesas, pedaleamos de Brunete hacia Quijorna por caminos prestados de Isabel II y en ocasiones por carretera, sin que ello le quite entusiasmo a un recorrido que rápidamente pasa del ligero repecho a la cuesta. Es la ruta de los búnkeres de la Batalla de Brunete que se muestran imponentes, pero parece que algunos tienen en mente otras batallas, como la que se libra contra el mismísimo Mortirolo poco después de empezar. Un tímido globo que se abre paso entre la fría mañana para saludar no se entera que le intentaremos alcanzar. Y ganas que tenemos, porque la peña esta hecha para pedalear, tanto que aunque nos hayamos pasado de km por culpa de una finca privada que como veréis en el track, luego de Navalagamella no hemos logrado atravesar. Injusto porque lo que descendemos tan rápido, algunas veces como esta, nos cuesta mas deshacer aunque sea por carretera. El monte de Valdeyerno nos trae alborotados dando pedales entre sus cuestas, con algunos tramos de exigentes subidas y rápidos descensos pero en el embalse de Cerro Alarcón un corto tentempié. Gracias al río Perales que le mantiene lleno, nos detenemos a disfrutar del momento y continuamos hasta Navalagamella. El retorno ha estado improvisado ante la imposibilidad de atravesar la mencionada finca, pero con una fuerte dosis de aventura y aunque hayamos tenido que completar el itinerario por carretera, algo de camino le ha tacado a las llantas y con las piedras nuestra dosis de alegría a rebosar. Al final hemos librado bien la mañana, gracias a una bonita zona en la que hemos podido rodar a gusto, con mas carretera que montaña, pero disfrutando como siempre de la mejor combinación: bicicletas y colegas.
viernes, 22 de febrero de 2013
LA BATALLA DE BRUNETE
Entre vegas y dehesas, pedaleamos de Brunete hacia Quijorna por caminos prestados de Isabel II y en ocasiones por carretera, sin que ello le quite entusiasmo a un recorrido que rápidamente pasa del ligero repecho a la cuesta. Es la ruta de los búnkeres de la Batalla de Brunete que se muestran imponentes, pero parece que algunos tienen en mente otras batallas, como la que se libra contra el mismísimo Mortirolo poco después de empezar. Un tímido globo que se abre paso entre la fría mañana para saludar no se entera que le intentaremos alcanzar. Y ganas que tenemos, porque la peña esta hecha para pedalear, tanto que aunque nos hayamos pasado de km por culpa de una finca privada que como veréis en el track, luego de Navalagamella no hemos logrado atravesar. Injusto porque lo que descendemos tan rápido, algunas veces como esta, nos cuesta mas deshacer aunque sea por carretera. El monte de Valdeyerno nos trae alborotados dando pedales entre sus cuestas, con algunos tramos de exigentes subidas y rápidos descensos pero en el embalse de Cerro Alarcón un corto tentempié. Gracias al río Perales que le mantiene lleno, nos detenemos a disfrutar del momento y continuamos hasta Navalagamella. El retorno ha estado improvisado ante la imposibilidad de atravesar la mencionada finca, pero con una fuerte dosis de aventura y aunque hayamos tenido que completar el itinerario por carretera, algo de camino le ha tacado a las llantas y con las piedras nuestra dosis de alegría a rebosar. Al final hemos librado bien la mañana, gracias a una bonita zona en la que hemos podido rodar a gusto, con mas carretera que montaña, pero disfrutando como siempre de la mejor combinación: bicicletas y colegas.
VUELTA AL HOYO
El camino desde el casco urbano se pierde rápidamente entre matorrales, dejando atrás un contraste entre casas modernas y de piedra y dando paso a extensos encinares que se alternan con arbustos en las zonas mas agrestes, así es el Hoyo. Nos pondrá a prueba con sus contrastes y sus senderos sobre el árido monte que pronto pasara factura a los bikers. Se necesita técnica porque el trazado aunque es corto, también es exigente y por ello nos mantendrá ocupados durante al menos tres horas con duras rampas y técnicos descensos, pero eso si, el paisaje enmudece.
Cualquier sentido es valido para liarla, en este caso en el
mismo de las manecillas. La naturaleza de la cuenca alta del Manzanares implica
restricciones, como no abandonar en ningún momento ni el camino, ni el sendero.
Hay que ser responsables, arroyos protegidos refrescan de vez en cuando nuestras cubiertas y a pesar de
haber cantidad de estos, el terreno se torna árido, rodar cerca de un santuario
de águilas es otra cosa portaos bien.
Del hoyo salimos hacia el chaparral hacia las machorras
hasta rodear la Berzosa entre repechos que invierten constantemente la
inclinación, manteniendo así muy vivito nuestro animo. No hay exageradas
cuestas, la altimetría nos muestra como ganamos metros gracias a un interminable
sube y baja con pendiente positiva hasta llegar a la zona alta del pueblo.
Justo después de cruzar el arroyo de Peguerinos que forma la cascada del
Covacho en el cerro que lleva su mismo nombre. A esta altura ya habremos sudado
y comido unas cuantas barritas, mientras disfrutamos de las peñas que adornan
el parque como la del Búho y peña Alonso.
En el Almorchón una paradita para ver el espectáculo, lo
tiene montado naturalmente el Hoyo entre piedras, agua y encinas. En el track
esta marcado como LAP2, yo os presento el santo pero no os hago el milagro, si
queréis descubrirlo tendréis que rodar por allí y quien sabe, a lo mejor
descubran también porque le llaman el Hoyo de Manzanares. Solo nos queda
regresar por el monte Ejido y la Toja hasta nuestro punto de partida, si es que
el sendero no se nos pierde entre matorrales y potreros, por ello siempre es
bueno llevar un poco de sentido común para pasarlo en grande y salir de donde
nos metamos. Yo solo os digo que es el sitio perfecto para el cross country pero
eso que quede entre nosotros
martes, 29 de enero de 2013
Fiat MTB 4 Estaciones: Valdemorillo es Mountain Bike
Valdemorillo es un viejo conocido que guarda muy bien los
secretos de quienes han tenido el privilegio de compartir sus innumerables caminos
y senderos, bien sea coincidiendo con
nuestra agenda anual por la sierra oeste de Madrid o como en este caso,
para dar inicio oficial a una temporada de Mountain Bike llena de expectativas.
Las características de pie de sierra le hacen idóneo para verdaderas
incursiones por el monte, gracias a sus pistas hemos estado buscando los
mejores lugares cercanos a Valmayor y al Escorial con puertos tan importantes
como el de Cruz Verde, Avantos o el mismo Mortirolo entre tantos otros.
Once en punto de la mañana y se da la salida para la prueba
reina de 55km, las otras dos mas cortas saldrán con unos minutos de retraso y
terminaran seguramente antes. Cruzamos Valdemorillo mientras este hace alarde
de buen anfitrión, mucha gente en casa porque es pronto para andar por ahí
y hace frío, no llueve, ni nieva como otros años, pero nosotros no lo
sentimos por ir pedaleando. Hemos de dejar el pueblo en el parque de La Nava
por el camino de Robledo de Chavela y las llantas tocan tierra para empezar a
exigirnos con la primera cuesta y los primeros atascos en las Animas (km 5),
que se irán diluyendo con el paso de los km.
A partir de allí viene un sube y baja constante durante al
menos 30 km, tomando el cordel de la Cruz Verde y bordeando Las Chaparras por
medio de caminos hasta entrar a Valmayor, en el km 16 con el primer
avituallamiento y asistencia de Shimano. Seguimos hacia El paraíso por caminos
de la vereda de los Vaqueros hasta rodear nuevamente Valdemorillo por las peñas
del Coladillo hacia Pino Alto. A partir de este punto viene un descenso con una
suave pendiente que aunque nos implica pedalear en algunos sectores, lo hace
con pendiente negativa durante al menos 9km cruzando la localidad de Puente la
Sierra y el 2º avituallamiento en el km 34 aproximadamente. Unos buenos
descensos nos marcamos hasta las Rentas, sino los mejores. Algo de cubiertas
nos dejamos intentando abrir paso, pero
allí no acaba, un poco de esfuerzo hasta la Olla de la Luna para continuar
disfrutando de senderos y pistas bordeando Villanueva de la Cañada desde la
Ermita de San Sebastián hasta el Camargo y de allí hacia el Cerro del
Castillejo.
Nuestra tan anhelada subida en el sector final del circuito afina
el rumbo y el pedaleo de cerca de dos millares de bikers a quienes no les
importa sufrir porque la magia del paisaje les trae encantados. Los poco mas de
2 km del Mortirolo nos confirman que por aquí han pasado 2000 bikers reales, de
esos que echan el pie a tierra o lo que haga falta para continuar con el
circuito y no miran atrás sino para disfrutar de un paisaje adornado por
ciclistas que a lo lejos se ven como hormigas de colores por todo el camino. Lo
que me recuerda que poco después de esta importante subida nos esperaría el
último avituallamiento al cruzar el arroyo de Valdeyerno. Nos tendremos que
encargar a partir de allí de un poco mas de cuesta pero con menor inclinación
antes de hacer cumbre en Los Llanos y tomar un corto repecho hasta la meta.
Llenos de historias hemos de llegar, pues una larga y dura
jornada acabamos de superar, nos delatan nuestros rostros alardeemos o no, de subir
sin echar el pie a tierra o haber completado el circuito a pesar de los
percances, pero lo mejor de todo es que esto apenas comienza, es la Fiat MTB de
Valdemorillo y aun nos quedan cuatro pruebas mas para ir a por todo, la
excelente combinación entre organización y bikers sumado a las bondades por
excelencia de la sierra oeste de Madrid han renovado nuestras ganas de ir a por
la arena, el sudor y el barro, hasta la próxima.
Agradecimientos a Last Lap, Ayto Valdemorillo, Fiat, Shimano, Merida Bikes, Spiuk, Mio, NutriSport, Bosh, Compex, Marca, Michelin, picyourlife.com, wdx, Revista Bike y physiorelax por hacer posible este evento.
Agradecimientos Especiales a SGL Group y a Europcar IB SA
Agradecimientos a Last Lap, Ayto Valdemorillo, Fiat, Shimano, Merida Bikes, Spiuk, Mio, NutriSport, Bosh, Compex, Marca, Michelin, picyourlife.com, wdx, Revista Bike y physiorelax por hacer posible este evento.
Agradecimientos Especiales a SGL Group y a Europcar IB SA
VIDEO
lunes, 28 de enero de 2013
Maraton de Picadas
La ruta del embalse de Picadas es una de las maratones de MTB mas completas en el sur de Madrid, con variantes que oscilan entre 120 y 150 km representa un reto exigente que dejará satisfechos a los amantes de los grandes fondos. La ruta recorre una parte del suroeste de Madrid repleta de caminos a través de cerros que se entrelazan con viñedos y extensos cultivos de pienso y arenales mientras se sumerge en la cuenca del río Alberche. Atraviesa localidades muy emblemáticas y pintorescas del sur de Madrid como la misma Villa del Alamo, Aldea del Fresno, Villamanta y desde luego la Chapineria entre otras. Jaras y verdes arbustos predominan en este inhóspito terreno, un calor intenso en esta altura del verano hace necesaria una adecuada hidratación esencial para disfrutar del pedaleo incansable mientras disfrutas de las vistas de la sierra de Guadarrama en el horizonte , lo que aporta encanto al paisaje. Esta zona es la casa de centenares de bikers que deambulan día a día, pero la ruta de Leganés al embalse de Picadas como tal no es para cualquiera, solo los más osados disfrutaran tal nivel de exigencia.
La salida desde Leganés en una nueva mañana de verano caluroso y seco y para variar un poco tarde ya que no me he encontrado en mi salsa durante estos últimos días y un poco obligado aprovechando las vacaciones, inicio este intenso recorrido, inicialmente callejeando desde casa buscando el Parque Polvoranca y continuando hacia el polígono de Fuensanta y callejeando un poco más en busca del camino qué lleva hacia el Parque Coimbra y nuestro amigo Puente de Hierro. Al llegar a allí, hemos dejado atrás la autovía del Suroeste y comenzamos a movernos paralelos al Río Guadarrama, pero también hemos dejado atrás una gran parte del descenso o por lo menos la de este primer tramo donde he venido calentando las piernas y donde ganar km se hace con relativa facilidad. Continuamos por el camino de la Zarzuela que es la misma Cañada Real Segoviana en dirección Sevilla la Nueva, este tramo llano se conoce como el camino de Sacedón para dar inicio a un segundo tramo muy divertido con la subida hacia Sevilla la Nueva por los manantiales, por un camino un poco más exigente con algunas rampas inclinadas que se van perdiendo entre un lujo de pineras para disfrutar por cerca de 5 km. Una vez en Sevilla hay que callejear nuevamente y tomar la carretera M523 sobre asfalto hacia Villanueva de Perales y Villamantilla, por un tercer tramo muy rodador. He mezclado un poco como es habitual en mis grandes recorridos algunos segmentos de asfalto y rápidos tramos de carreteras para entrelazar caminos y el resultado es muy dinámico y las visttas van mejorando a medida que avanzamos.
Luego de Villamanta tenemos una subida rompepiernas de aproximadamente 4 km para llegar hasta Chapinería. Cualquiera de las variantes propuestas para llegar a Chapinería habrá que hacer un esfuerzo adicional porque a Chapineria se llega subiendo por donde se mire. Esta propuesta no iba a ser la excepción y es quizás las más difícil. Con unos 35 minutos de media nos quitaremos de encima está interesante cuesta, conocida también como la vaquería en la que hay que administrar muy bien las fuerzas, recordemos que tenemos que completar 130 km. Luego de Chapinería nos queda una última cuesta antes del descenso al Embalse de Picadas, se trata de un tramo a campo través en el que nos sentiremos un poco perdidos, continuar subiendo que no se porqué motivo no hay camino ni sendero, pero al hacer cumbre en estos cerros la vegetación es más espesa y el descenso se torna más divertido y con algo de técnica, esto a la altura de la urbanización el Club. Además con el aliciente de llegar a nuestro destino, Picadas. Es un buen momento para un descanso y aprovechar el escenario que nos brinda el embalse, nos deleitará con un recorrido de unos 30 minutos totalmente llanos mientras lo cruzamos. Yo suelo detenerme nuevamente en Aldea del Fresno a reponer provisiones y en esta ocasión continué hacia Villamanta por la carretera M507 para ganar algunos kilómetros sobre asfalto. El regreso es la historia de siempre, administrar nuestras fuerzas porque aún nos queda Villamanta- el Álamo por camino nuevamente con unas cuantas rampas que se hacen interminables debido precisamente al cansancio y la subida al Mortirolo, que en términos de resistencia es un tanto sadomasoquista en el diseño de la ruta al tener que terminar con esta cuesta pero qué le vamos a hacer a los que no les guste las cuestas les tocará buscar un regreso menos inclinado.
domingo, 25 de noviembre de 2012
Parque Natural de las Hoces del Río Duratón
No es la primera vez que dedicamos unas líneas a este interesante y peculiar parque de la provincia de Segovia y dada la enorme extensión de terreno propicia para las rutas de montaña mas exigentes posiblemente tampoco sea la última. A pocos km del puerto de Somosierra y muy cerca de la autovía A-1 se encuentra la localidad de Sepúlveda desde donde partimos para iniciar una ruta tan llena de encantos como de dificultades. Los 63 km propuestos parecen poco para recorrer el parque y aunque podríamos complicarlo aún mas, son suficientes para disfrutar de una extensa y exigente jornada de Mountain Bike caracterizada por diversos tipos de pistas, caminos y senderos que ayudados por algunos tramos de trialeras, piedra suelta y bancos de arena con pendiente positiva harán que tengamos que mantenernos muy finos durante toda la jornada. Por supuesto que del paisaje brota magia, lo que le hace especialmente encantador y un poco mas llevadero para un circuito implacable.
Muy pronto en la mañana dejamos la Localidad de Sepúlveda en
sentido contrario a las agujas y rápidamente tomamos el sendero hacia el puente
Talcano para situarnos al costado derecho del río Duratón, para continuar por
las hoces del río desde el Parral del Judío hacia la Hontanilla. El comienzo de
la mañana acompañado por la fresca del día sobretodo en estas zonas de mayor
vegetación cercanas al río y mientras calentamos piernas ya he tenido contacto
con algunas especies de la zona, los mejores paisajes naturales y algunas
ruinas. Mi primera parada ha sido para visitar la cueva de los Siete Altares y
luego la Cueva del Cura, que podéis ver abajo junto con el mapa.
Bordear las hoces del rió constituye una de las zonas mas
bonitas del circuito, prácticamente sin mayores dificultades técnicas. Podemos
recorrer el sendero con el río en su total calma, sorteando árboles y arbustos
en contraste con las áridas montañas. Hemos de exigirnos un poco a partir de la Pinta, donde comenzaremos a
ganar altura sobre piedra suelta hasta llegar a la Ermita de San Frutos. El
lugar no necesita presentación, ya habíamos alardeado por haber rodado en este
espectacular lugar dedicándole algunas líneas
tanto aquí en De Paseo como para alguna revista a la que escribo.
Después de visitar la Ermita y disfrutar de las vistas de
las Hoces del Durantón, regresamos por la misma pista hacia Villaseca, mientras
sorteamos algunos obstáculos sobre un camino que se pierde en las praderas y
las piedras y difícilmente nos deja rodar.
Con una pendiente positiva de unos 3º rodeamos las hoces a una velocidad
muy lenta hasta que hacemos cumbre en las Majadillas desde donde descenderemos
hasta Burgomillodo. El descenso por un sendero con mucha piedra suelta hasta la
majada Coscomingo, pero ya en las Umbrionas tomaremos una peligrosa trialera
muy corta que con menos de un km nos lleva paralelo al embalse con pendientes
negativas de hasta 15º hasta Burgomillodo donde nos cruzamos al otro lado del
río. Al salir de las minas de silicio tendremos que recuperar lo que hemos
descendido por una pista de arena que apenas deja pedalear para situarnos justo
al frente de la Ermita de San Frutos, cuidado con trafico pesado de camiones
llenos de arena.
Nos queda una pista para completar el circuito que se
interrumpe por algunos cortos tramos de camino sobre trampas de arena y falsos
llanos entre pineras que se cobran alguna cámara, teniendo que reparar algún
pinchazo. Luego de cruzar la localidad de Zebúlcor la pista nos lleva hacia el
Pontón por el camino de Zebúlcor con un sube y baja en el que no se puede dejar
de pedalear llegando a la carretera comarcal SG-232. A partir de allí,
podríamos continuar por caminos hacia la localidad de Aldeacorvo, pero he
decidido continuar por la carretera hacia Sepúlveda, haciendo cumbre poco
después de cruzar la localidad de Consuegra de Murera entre el alto de
Carrasquilla y Peñarubia para completar el circuito con cerca de 2 km de
descenso hasta el punto de partida, por supuesto disfrutando del mirador de
Zuluaga desde donde se aprecia especialmente Sepúlveda.
Nos hemos ocupado durante esta larga jornada de superar 63
km implacables con cerca de 1400 m de desnivel acumulado sobre un terreno lleno
de obstáculos y de espectaculares vistas dispuesto para una gran aventura que
no dudamos en recomendar.
jueves, 8 de noviembre de 2012
Camino del Norte Día 9: Etapa Final: Os Penedos Santiago de Compostela: El Motivo
He pasado la noche solo en el albergue al igual que los días 6º en Villaviciosa y 8º y Mondoñedo y aunque no he convivido con muchos
peregrinos, he disfrutado de la hospitalidad gallega. El albergue de Os Penedos
es privado, su bajo precio no alcanza a cubrir el buen trato ni las excelentes
instalaciones que a modo de chalet se alzan a un costado de la carretera
nacional. Esta todo nuevo, la cocina es de vitro cerámica y en el piso superior
hay un salón con sofás y televisión que invita a descansar. He de encender la
tele y de relajarme un poco luego de un buen baño, aunque al mismo tiempo
trabajo en el ordenador desde la comodidad del salón.
He de salir pronto en la mañana justo con la luz del sol, la
jornada es la mas tranquilita de todas, programada adrede para llegar pronto a
Santiago y así aprovechar mejor el día cuando llegue. En adelante, como os decía el dia anterior, el camino ha
empalmado con el Camino Francés por lo que se me hace muy familiar, continuo
entre tramos del camino y la N547 atravesando pueblos como O Outeiro, Boavista,
Brea, O Emplame y O Pedrouzo entre tantos otros hasta llegar al aeropuerto de
Santiago, donde dejo la N547 que se convierte en autovía y tomo el camino
original hacia San Payo desde donde tendría que continuar lidiando con algunas
cortas subidas pronunciadas sobre el camino de hormigón, pero mucho mas animado
en compañía de decenas de peregrinos que vienen andando, dispuestos a terminar
la jornada al igual que yo el día de hoy. La entrada a Santiago es muy especial,
adornada por pueblos y caseríos muy típicos en los que refleja su especial
desarrollo sobre el camino de Santiago, en los que me encontraría también
alguna venta de souvenir.
El paseo por el casco antiguo de la ciudad y la catedral ha
de finalizar en la estación de trenes de Santiago donde recogeré el coche que
gracias a la gentileza de Europcar utilizare para mi regreso a Madrid. Por supuesto que dejare mi bici y mis
pertenencias en el coche y me cambiaré para visitar tranquilamente la ciudad y
comer en un buen sitio como una especie de premio por culminar mi travesía de
nueve días, pero mi verdadera intención es visitar al apóstol Santiago en la
catedral.
Es posible que mi relato se quede corto para describir con
mas exactitud lo maravilloso de este recorrido que estoy culminando hoy en
Santiago, Pues soy mas biker que filósofo. Pero deben quedar claro por lo menos un par de cosas. La primera de ellas, que he disfrutado tanto como he sufrido
durante esta extensa travesía, mi cara y mis ojos, prueba de ello, reflejan el intenso azul claro
del Cantábrico y el verde mas intenso de la península, sin ocultar mi cansancio ni mi entusiasmo. La segunda, que cada día que pasaba echaba
de menos el anterior y a pesar de las dificultades inherentes del viaje, sobre
todo los primeros días de intensas lluvias, he logrado dar buen termino sin
desfallecer, soy consciente que es una enorme prueba y este es el mejor motivo,
os aseguro que lo haría de nuevo.
Camino del Norte Dia 8: Mondoñedo Os Penedos, Contra los Gigantes
Desde Mondoñedo parto con los ánimos recargados para
afrontar una jornada caracterizada por un puerto de cuarta categoría que me
mantendrá pedaleando fino una vez iniciada una jornada y mucha mas montaña
mientras continuo adentrándome por tierras gallegas, una vez mas Galicia hace
alarde de buen anfitrión y ofrece espectaculares paisajes, en mi caso
disfrutando de un inusual buen tiempo. Desde mi partida soy consiente que es
difícil llegar a Santiago el día de hoy, por lo que planeo pedalear sin prisa y
quedarme en algún albergue u hostal pocos km antes de llegar a Santiago.
He de partir de esta preciosa villa que engalanada con su
casco antiguo conserva construcciones del S. XIII como su catedral, el
monasterio o el convento y que le dan ese toque mágico a mi recorrido,
agradecido por su hospitalidad y dispuesto a pedalear. Los primeros 10 km por
carretera comarcal hasta hacer cumbre en el primer puerto del día donde empalmo
con la N634 a la altura de O Chao Da Aldea, un pequeño caserío sobre la ruta.
Hace fresco con niebla matinal pero todavía la temperatura mínima se mantiene
sobre los 10ºC, tengo el tiempo a mi favor. Solo un par de km mas adelante me
he salido de la nacional y he tomado el camino que va paralelo a la carretera
para hacer el trayecto mas interesante aunque unos km mas adelante a la altura
de Aladín O Provecende continue nuevamente por la carretera N634 y cruzaría
Fernandaño. Vosotros podéis escoger, el camino continua paralelo a la nacional
durante muchos km a un lado y al otro, cruzando pueblitos y pequeños caseríos,
yo he preferido continuar por la carretera puesto que el camino implica mayor
esfuerzo y además llevo muy desgastada la rueda trasera para andar sobre
piedra. Tanto la carretera como el camino coinciden un muchos tramos, como por
ejemplo al pasar por Galanas y O Campo Do Cristo y también comparten algunos
tramos como al llegar a Vilalba, donde aprovecho para tomar un cafelito. En
cualquier caso, la zona es muy rica en vegetación y riachuelos y las carreteras
nacionales no solo permiten disfrutar del paisaje sino que también atraviesan
muchos caseríos y pueblos durante todo el recorrido.
En Guitiriz he de desviarme por carreteras comarcales (la
CP2302 y CP8001) teniendo que lidiar con un enorme rebaño de vacas sobre la vía
mientras subía un pequeño pero exigente puerto a unos 200 m de desnivel.
Tendría que subir y subir entre tantas vacas, que aunque muy mansas parecían
volverse ariscas por momentos, he librado este duro tramo como quien libra una
batalla contra los gigantes molinos de viento. Justo en la cima se encuentran
los gigantes eólicos de viento y al pasar por allí rozan prácticamente mis
orejas, una grata experiencia. Los km que quedan, pedaleando entre falsos
llanos sobre asfalto y con una pendiente negativa, me dejarían culminar esta
larga jornada pasando algunos pueblos como Sobrado y Gándara por comarcales
hasta empalmar en la población de Arzúa con el camino Francés, donde tomo la
N547 hasta llegar a Os Penedos.
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