Saliendo de Leganés hacia Las Presillas Paralelo a Urtinsa |
Sobre las 9 de una fresca pero soleada mañana de octubre y gracias a un prolongado e inusual buen tiempo, estaba ya sentado con los pies en los pedales dispuesto a iniciar una de las travesías mas osadas que jamas hubiese podido yo pensar en hacer. Iniciar un peregrinaje cercano a los 750 km implicaría traer una preparación tanto física como logística bastante grande, que no estaba del todo seguro de poder realizar.
Los Establos de la Venta de la Rubia |
Pensaba que tenia tantas cosas en las alforjas de la bici que era inevitable sentir que algo me estaba faltando, pero no. Estaba todo lo programado, pero esa extraña sensación me acompañaría gran parte del camino.
Primera paradita técnica justo antes de llegar a Villanueva donde despegan los globos aerostáticos |
A pesar de tantas dudas, incertidumbres, miedo hacia lo desconocido y el nivel del reto, había dos cosas muy ciertas: La primera, era verme como el bicho mas raro del pueblo al salir con tanta cosa encima y la
Autorretrato... |
segunda que mi emoción subía con cada pedalazo que daba mientras atravesaba Leganés, aligerando un poco el sobrepeso del equipaje y haciendo que tome el toro por los cuernos, o mejor la bici por los mangos.
Nunca había llevado alforjas y no sería hasta dentro de treinta y tantos km mas, que me acostumbraría a llevarlas, por lo menos un poco. Después de cruzar los caminos mas complicados de la escuela militar en Alcorcón hacia Boadilla del Monte y de Boadilla hacia el Embalse de Valmayor y un poco mas hasta Guadarrama, pude controlar con mas naturalidad el equilibrio, lo de asumir mi rol de peregrino tardaría mucho mas en llegar.
Creo que no he dormido mucho pensando en cruzar la cerca de la escuela militar para cruzar las vías del tren hacia los establos de la carretera de la Venta de la Rubia, a solo unos minutos de iniciar mi travesía. Normalmente hay que detenerse a pasar la bici por una cerca de unos 2m de altura, pero pude hacerlo con facilidad solo y esto me dio mucha confianza.
Tenia planeado subir hasta la parte mas alta de la sierra antes de comer para iniciar el descenso hacia Segovia, y de hecho he podido comer sobre el Camino Romano a la altura del Mirador de la Reina prácticamente en la parte mas alta.
Un tanto extraño estar comiendo mi bocadillo de serrano con queso y zumo de frutas luego de superar la carretera de las Dehesas y superar tan importante cuesta, pero con mas de 65 km encima con tanta montaña era necesario reponer un poco las fuerzas y disfrutar de un elevado e inusual contenido de calorías en mi primer postre del camino, al ritmo de “buen provecho” que me deseaban los bikers que nunca paran, al pasar a mi lado en esta parte de la sierra. Aunque podría llegar hasta Segovia sin mayor problema ya que esta parte del camino me la conozco como la palma de la mano, llevo la ruta completa en mi GPS para estar mas tranquilo.
Unos de los pivotes que se encuentran durante todo el camino para irte motivando con la distancia que te queda. Este en particular por los pinares del descenso ya legando a Segovia |
Un tanto extraño estar comiendo mi bocadillo de serrano con queso y zumo de frutas luego de superar la carretera de las Dehesas y superar tan importante cuesta, pero con mas de 65 km encima con tanta montaña era necesario reponer un poco las fuerzas y disfrutar de un elevado e inusual contenido de calorías en mi primer postre del camino, al ritmo de “buen provecho” que me deseaban los bikers que nunca paran, al pasar a mi lado en esta parte de la sierra. Aunque podría llegar hasta Segovia sin mayor problema ya que esta parte del camino me la conozco como la palma de la mano, llevo la ruta completa en mi GPS para estar mas tranquilo.
El Acueducto Romano, construcción sobre la cual gira prácticamente todo en Segovia y mi entrada principal a un mundo lleno de maravillas (al estilo Harry Potter... ) |
Lo cierto es que nunca había entrado a Segovia, siempre me desviaba antes de tener que callejear y sortear su trafico en mis rutas de mountain bike por esta parte de la sierra, pero hoy seria inevitable conocer de una vez por todas el Acueducto Romano, y no sería para nada menos que para agregarle una fuerte dosis de emoción a la que ya traía al conocer esta maravillosa construcción y para dejar la puerta abierta hacia un mágico mundo que sabia estaba a punto de descubrir durante los próximos días.
He superado con creces la primera y una de las etapa mas duras del camino, pero me quedan varios cabos que atar. El Camino de Santiago representa un reto personal e implica cierta convicción religiosa aunque también turística y hay ciertas normas para la sana convivencia y el buen uso de los albergues y del camino, que nos dan una verdadera lección de humildad, representada por la hospitalidad de sus gentes hacia los mas necesitados, descubrir que puedes recibir ayuda desinteresada y de buena fe lo hace muy humano. Para recorrerlo es necesaria una credencial de peregrino que se solicita a través de las asociaciones de amigos del Camino de Santiago, para ir sellándola por cada uno de los lugares por donde pases, incluidos albergues, bares, tiendas y que ayuden a certificar que has hecho el recorrido para recibir la Compostela al final del recorrido en la catedral de Santiago, mi problema es que aun no me he sacado la credencial de peregrino para poder usar los albergues y si no lo hago pronto tendré que reformularme continuar pues el presupuesto en hostales y hoteles es mucho mas elevado y no podría continuar durante muchos días.
Detrás de mi no solo esta el Acueducto Romano, también una de las señoras que me ayudaría a encontrar hostal |
Me he acercado a un par de señoras que están esperando el autobús en la parada que esta al lado del acueducto romano y me han ayudado a buscar un hostal donde puedo guardar mi bicicleta a buen precio, también me han ayudado a indagar un poco sobre como obtener la credencial, pero lo tengo muy chungo por ahora, lo que toca es descanzar, mañana será otro día largo.