lunes, 25 de febrero de 2013

Por los Montes de Guadalix: Camino a la Ermita de Navalazarza


Otra de las variantes para disfrutar de los montes y los alrededores de Guadalix de la Sierra, podéis salir desde el pueblo como esta propuesto en nuestro track o desde el PI El Raso. Circuito muy cómodo y pistero en mayor parte, exceptuando un corto repecho de subida sobre una trialerilla, para culminar la primera cuesta al dejar la carretera del monte Valdeoliva, un tramo de senderos que se pierden entre potreros luego de la primera parte y un último tramo muy divertido para culminar nuestro recorrido al dejar los caminos de Isabel II, para un día de aventura garantizada en un especial ambiente.

Recomiendo el sentido contrario a las manecillas, aunque también puede hacerse en sentido horario. Poco después de empezar os mantendréis ocupados pedaleando para trepar hasta la zona alta del monte Valdeoliva, estad atentos a medida que se gana altura y con la vistas os podéis pasar la corta trialera para dejar la carretera, cuando veáis la atalaya del molar, probablemente tengáis que echar el pie a tierra unos pocos metros. Tranquilos rápidamente tomamos un sendero que se convierte en camino y las vistas mejoran con cada pedalazo, con algo de esfuerzo llegamos a Pedrezuela y cruzamos sus calles.  El asfalto nos permitirá continuar con mucha inclinación hacia Corepo, con un espectacular descenso mientras observamos la trialera de las Majadillas de la cual nos ocuparemos en otra ocasión. Subid tranquilamente la cuesta, que al llegar a Corepo hay mas paisaje, lleno de cerros y dehesas, y algunas casas de piedra. Continuamos buscando el cerro de Valbuena y el de Navalazarza hacia el camino que nos lleva a la ermita de Navalazarza, tendremos que afinar el rumbo porque hay que cruzar una finca privada que permanece abierta a senderistas y ciclistas advirtiendo de ganado suelto, cerrar la verja. Lo normal es que el sendero se pierda entre los pastizales hasta que visualicemos el Lomo de los Quemados donde se encuentra la ermita, con sus privilegiadas vistas.

El retorno tiene algunas variantes ya que los caminos se comunican entre si, con mas de lo mismo, senderos que se pierden entre pastizales esta vez de manadas de caballos y luego entre senderos y caminos de piedra hasta que conectemos nuevamente con los caminos de Isabel II, recordad cerrar todas las verjas nuevamente. Ya sobre hormigón algunos km de pedaleo constante con un sube y baja, por supuesto disfrutando de los espectaculares arcos que forman los canales del acueducto y del paisaje. Dejamos el asfalto muy amablemente para disfrutar del ultimo tramo del recorrido por el espectacular sendero de la Retuerta que nos acercara nuevamente hasta Guadalix. 




viernes, 22 de febrero de 2013

LA BATALLA DE BRUNETE


Entre vegas y dehesas, pedaleamos de Brunete hacia Quijorna por caminos prestados de Isabel II y en ocasiones por carretera, sin que ello le quite entusiasmo a un recorrido que rápidamente pasa del ligero repecho a la cuesta. Es la ruta de los búnkeres de la Batalla de Brunete que se muestran imponentes, pero parece que algunos tienen en mente otras batallas, como la que se libra contra el mismísimo Mortirolo poco después de empezar. Un tímido globo que se abre paso entre la fría mañana para saludar no se entera que le intentaremos alcanzar. Y ganas que tenemos, porque la peña esta hecha para pedalear, tanto que aunque nos hayamos pasado de km por culpa de una finca privada que como veréis en el track, luego de Navalagamella no hemos logrado atravesar. Injusto porque lo que descendemos tan rápido, algunas veces como esta, nos cuesta mas deshacer aunque sea por carretera. El monte de Valdeyerno nos trae alborotados dando pedales entre sus cuestas, con algunos tramos de exigentes subidas y rápidos descensos pero en el embalse de Cerro Alarcón un corto tentempié. Gracias al río Perales que le mantiene lleno, nos detenemos a disfrutar del momento y continuamos hasta Navalagamella. El retorno ha estado improvisado ante la imposibilidad de atravesar la mencionada finca, pero con una fuerte dosis de aventura y aunque hayamos tenido que completar el itinerario por carretera, algo de camino le ha tacado a las llantas y con las piedras nuestra dosis de alegría a rebosar. Al final hemos librado bien la mañana, gracias a una bonita zona en la que hemos podido rodar a gusto, con mas carretera que montaña, pero disfrutando como siempre de la mejor combinación: bicicletas y colegas. 




VUELTA AL HOYO



El camino desde el casco urbano se pierde rápidamente entre matorrales, dejando atrás un contraste entre casas modernas y de piedra y dando paso a extensos encinares que se alternan con arbustos en las zonas mas agrestes, así es el Hoyo. Nos pondrá a prueba con sus contrastes y sus senderos sobre el árido monte que pronto pasara factura a los bikers. Se necesita técnica porque el trazado aunque es corto, también es exigente y por ello nos mantendrá ocupados durante al menos tres horas con duras rampas y técnicos descensos, pero eso si, el paisaje enmudece.

Cualquier sentido es valido para liarla, en este caso en el mismo de las manecillas. La naturaleza de la cuenca alta del Manzanares implica restricciones, como no abandonar en ningún momento ni el camino, ni el sendero. Hay que ser responsables, arroyos protegidos refrescan de vez  en cuando nuestras cubiertas y a pesar de haber cantidad de estos, el terreno se torna árido, rodar cerca de un santuario de águilas es otra cosa portaos bien.

Del hoyo salimos hacia el chaparral hacia las machorras hasta rodear la Berzosa entre repechos que invierten constantemente la inclinación, manteniendo así muy vivito nuestro animo. No hay exageradas cuestas, la altimetría nos muestra como ganamos metros gracias a un interminable sube y baja con pendiente positiva hasta llegar a la zona alta del pueblo. Justo después de cruzar el arroyo de Peguerinos que forma la cascada del Covacho en el cerro que lleva su mismo nombre. A esta altura ya habremos sudado y comido unas cuantas barritas, mientras disfrutamos de las peñas que adornan el parque como la del Búho y peña Alonso.

En el Almorchón una paradita para ver el espectáculo, lo tiene montado naturalmente el Hoyo entre piedras, agua y encinas. En el track esta marcado como LAP2, yo os presento el santo pero no os hago el milagro, si queréis descubrirlo tendréis que rodar por allí y quien sabe, a lo mejor descubran también porque le llaman el Hoyo de Manzanares. Solo nos queda regresar por el monte Ejido y la Toja hasta nuestro punto de partida, si es que el sendero no se nos pierde entre matorrales y potreros, por ello siempre es bueno llevar un poco de sentido común para pasarlo en grande y salir de donde nos metamos. Yo solo os digo que es el sitio perfecto para el cross country pero eso que quede entre nosotros






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