domingo, 17 de julio de 2011

"La Senda del Genaro: El Atazar a Unos Pasos del Cielo"



Tengo que reconocerlo, estar en buena forma hace que podamos estar tan inquietos como otros veranos para poder disfrutar así de esta temporada, que una vez mas nos lleva por la Autovía A1 hacia el Noreste de la Sierra madrileña, con la ilusión de volver a ver nuestros paisajes preferidos, o como en este caso, de descubrir nuevos horizontes.





Algo me decía durante el viaje, que al igual que todas mis rutas por la sierra habían tenido la capacidad de cautivarme y sorprenderme de alguna manera, esta no iba a ser la excepción, algo que tras dejar a un lado la Autovía y adentrarme por la carretera hacia el Atazar estaba por confirmar.


Embalse de El Atazar


Lo primero que atrajo mi atención fueron la cantidad de elevados riscos y enormes piedras que la naturaleza se ha encargado de colocar bien una sobre otra como quien se prepara para una visita muy especial.



El Atazar


Esto y los pinos silvestres y otras especies de árboles que forman una especie de retazos de alfombrilla verde muy bien puesta y que se interrumpen solo para dar paso a los peñazcos. Esta carretera forma una entrada llena de curvas hacia el embalse de el Atazar sorprendiéndote permanentemente con la gran cantidad de agua represada por el hombre, lo estrecho del camino y los precipicios, en un entorno tan natural como moderno.

Cartel con indicaciones de la ruta

 Ahora entiendo porque, al pasar por el Berrueco, la ruta de los castillos y las fortalezas, atrae a tantos turistas, en busca de cultura española y romana o en busca de naturaleza, vejetación y agua, entre otras cosas, como es nuestro caso. Al llegar a El Atazar, grupos de ciclistas de montaña agotados por el cansancio pero con la cara renovada y los ojos brillando me saludan con la certeza que provoca la labor cumplida: Hoy hemos hecho una bien buena, hacia donde vas chaval? hacia la senda del Genaro! pues tienes medio día entero por delante!





A eso de las 3 de larde me dispongo a comenzar la ruta, un chirrido en la rueda delantera presagiaría una avería de frenos que detectaria justo al llegar a la mitad de mi recorrido, donde comienza la bajada. Al salir chequeo bien las mordazas, las pastillas y los discos y no encuentro nada extraño, veo todo el sistema en orden, así que continuo bajando un corto tramo dispuesto a iniciar cuanto antes la subida.






Es una hora muy mala para comenzar una subida tan larga puesto que los quejigos crecen en las laderas de las montañas en la parte baja, no dejan nada de sombra y la temperatura es de 35º. En todo caso voy bien preparado para mantenerme hidratado durante el camino y me lo tomo con calma para subir cómodamente.




La cuesta se me hace bastante larga pero no dejo de mirar a mi alrededor para disfrutar del lugar donde me encuentro, a mi paso voy viendo como los quejigos abren paso a los pinos, mas comunes en las alturas hasta llegar a los riscos.



La senda se mantiene firme en general sobre piedra y mis dos cubiertas country trial que he puesto esta semana vienen funcionando a las mil maravillas, contrario a lo que yo esperaba, puesto que tienen un taco muy grande para mi gusto, pero ha sido una decisión acertada. A la subida me percato de las típicas construcciones de piedra y los cultivos de abejas se notan entre los arboles.







  

A medida que gano altura, veo como me alejo del Embalse, se ve tan lejos aunque llevo solo una pequeña parte del recorrido, pero es normal, la subida es permanente y no rinde tanto como quiséramos, la pendiente es pronunciada de unos 5 ó 6 grados y toca ser paciente, aquí no hay mas de otra, que pedalear y pedalear, para eso vinimos.

Luego de subir la mayor parte, me encuentro esta fuente de agua natural que es típica por las rutas de la sierra y aprovecho para tomarme un gran vaso de agua bien helada y recargar mis provisiones. La ruta no es nada modesta, ofrece gran cantidad de vejetacion y diferentes zonas geológicas.



Impresionantes vistas, como la del pico de las Tres Provincias de Somosierra (ruta que hemos hecho hace poco) y los únicos animalitos que se me cruzaron esta vez en el camino fueron las cabras.





Luego de pasar la parte mas alta tuve que hacer una reparación de los frenos, perder unos 45 min muy valiosos de la tarde y ralentizar demasiado la bajada, para mi pena, lo mas divertido. He querido hacer un pequeño video desde un punto al extremo norte de la ruta donde me detuve a descansar un poco, al tiempo que disfrutaba de las vistas pero como entenderéis, es difícil hacerlo tan bien como quisieras puesto que con el cansancio, cuesta sacar la cámara para hacer una simple foto, pero no es lo que mas me cuesta, cuando estoy haciendo mis crónicas en casa, me cuesta mas escoger entre las fotos que hago. 




Pico Las Tres Provincias


Para terminar, solo deciros que me quedo con muchas cosas de El Atazar: me quedo con sus vistas, con la Senda del Genaro que es preciosa e idónea para caminatas y bici de montaña y me quedo con el mas grato recuerdo de uno de los embalses y zonas mas bellas que he visto hasta ahora.




Me quedo con sus pueblos, con esa fuente que hay en mitad de la nada en la montaña, me quedo con este hermoso atardecer que he podido apreciar camino a casa y me quedo con esta sonrisa en mi cara que me traigo de la senda del Genaro, con la satisfacción de haber empleado muy bien mi día, porque como decía Chamfort: " El día peor empleado, es aquel que no se ha reído"






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