miércoles, 27 de julio de 2011

“Buitrago: de paseito por el valle pero con mucha montaña”


Una vez mas nos acoje el pueblo de Lozoya para  iniciar nuestra travesía hacia Buitrago, recorriendo el valle alto y medio de la cuenca del río Lozoya,  nuestra ruta circular en dirección contraria a las agujas del reloj tiene la intención de dar un paseito para apreciar el valle del Lozoya continuando el día hacia las montañas sin buscar necesarimente mucha dificultad técnica.


Aunque estemos preparados psicológicamente para atravesar las montañas y subir algo de cuesta antes de regresar a nuestro punto de partida, no estamos muy seguros del desnivel exacto que nos espera. Los primeros km del recorrido son muy entretenidos, todo un lujo de descenso con una leve pendiente negativa para apenas pedalear, dándonos una maravillosa oportunidad de disfrutar del paisaje del valle con muy poca exigencia física, exceptuando una que otra pequeña cuesta. Pensar en lo que tendremos que subir me inquieta, sobretodo porque traigo algunas cuantas salidas con mucha montaña y no quiero tener ninguna flojera, por lo que espero sentirme cómodo y animado en la subida.

Claro que eso no es un problema, no hace falta apurar demasiado el ritmo de subida, y normalmente el lugar hace que mantengas tu mente ocupada, así que rápidamente me olvido del tema, al fin y al cabo hay que disfrutar de todo el recorrido y ya  nos ocuparemos de la cuesta. Entre mas te cueste subir, apreciaras mas las bondades de la altura y muy seguramente encontraras tu la recompensa.  Seguro que la tendrás no solo por la buena salud, sino también por lo divertido del paseo. Además esta ruta esta programada para rematarla cuesta abajo, tiene la ventaja de poder darlo todo sin tener que preocuparte por terminar el recorrido.


A medida que vamos recorriendo el valle, nos deleitamos con los pocos colorines de los arbustos que sobreviven al calor de de esta estación del año, pues con su traje de verano no ofrecen tanto color como los árboles que se resisten tanto a las mas bajas, como a las mas altas temperaturas, aportandonos no solo su sombra,  sino también ese verde característico de las montañas.


Cruzamos la pequeña localidad de Garganta de los Montes tan rápido como el fugaz traslado hacia el pasado medieval que representa su arquitectura en el ambiente y sin comprenderlo por completo, me alejo tan rápido como pedaleo, con la torre de su iglesia, la de San Pedro como testigo, quedandome con esta hermosa imagen grabada en mi mente, un pueblo popular de la sierra con su bar, su plaza adornada con el brocal de un pozo y sus calles adoquinadas que afinan ese carácter rural, ese caracter serrano.  Definición por naturaleza encantadora que se repite una y otra vez a nuestro paso por muchos de los pueblos de la sierra y que contrastan, quizas, con los colorines de mi casco, mi maillot y mi bicicleta. Que estarán pensando a nuestro paso? A veces pienso yo. Solo espero que sientan mi admiración y respeto igual que todos sus habitantes.

 
Sin darnos cuenta llegamos a el mirador de Riosequillo, engalanado por su embalse que lleva su mismo nombre: “Desde el mirador de Riosequillo se ofrece una panorámica única del embalse y del extremo norte de la comunidad de Madrid” una vez mas, en la lejanía, “El puerto de Somosierra paso fronterizo entre Segovia y Madrid constituye el vértice superior de Madrid. Toda la cuerda esta jalonada de pasos y puertos históricos. Un poco mas allá, Cabeza Cebollera Vieja, llamado también pico Tres Provincias, que limita Madrid, Segovia y Guadalajara”.

Pero tenemos que continuar descolgándonos un poco mas a través del valle hasta cruzar Las Eras del Soto y tomar la senda que nos llevara a Buitrago del Lozoya, en el extremo noreste del embalse. Hay que cruzar la autovía A1 y callejear un poco antes de tomar el camino hacia la cuesta, pero Buitrago se encargara de que no penséis mucho en ello.
Buitrago es considerada la segunda localidad en importancia de la sierra norte de Madrid, cuenta con el privilegio de tener por una parte, la sierra de La Cabrera y por otra, la de Guadarrama, hacia donde nos dirigimos. No hace falta detenerse mucho para contagiarse de lo Romano que hay en su ambiente, en sus construcciones y en sus murallas, aunque se sale de contexto es muy recomendable visitar las Parábolas de la Dehesa entre otros.


Al salir de Buitrago volvemos a cruzar la A1 hacia Villavieja del Lozoya y la senda nos va llevando hacia la cuesta, hacia la chorrera de San Mames iniciando por fin nuestra tan esperada subida.

Grupos de montañistas que suben y bajan con sus mochilas cargadas se cruzan en tu camino y te dan la bienvenida a la alta montaña, en el horizonte el camino se pierde bien en lo alto, entre los arboles y una diminuta cascada, con lo cual te enteras de lo que te espera, pero el lugar es tan majestuoso que no lo dudas ni un segundo para ir hacia el.


Un pequeño ruido a mi espalda hace que vuelva la mirada y veo como un todoterreno sube por la senda pidiéndome paso, una guardia forestal me pasa mientras me saluda.


He tenido que parar unos 10 ó 15 segundos, pues a su paso levanta un poco de polvo. Normalmente no me gusta parar, prefiero subir lento en estos tramos tan complicados, pero no sería la unica vez, tendría que hacerlo alguna vez mas. Al llegar a la parte mas alta, por fin para mis adentros, ubiqué el mejor mirador a mi gusto para descanzar y desear haber traido mi cortavientos, pues ha estado haciendo un fin de semana un tanto fresco para el verano y el fuerte viento empieza a dar frío. Por este motivo no puedo quedarme tanto tiempo como quisiera, algo que en los picos mas  altos me ha venido pasando.


Desde el lugar que escogi para descanzar, sentado en un risco en lo mas alto de la montaña puedo ver el embalse de Riosequillo completo, Buitrago, Navarredonda y Gargantilla, es impresionante.

Lo que os decia al comienzo del relato, supongo que aprecio tanto este momento como todo o mas de lo que me ha costado llegar hasta aquí, cuesta tener que dejar este lugar tan  pronto pero hay que continuar el camino, una  estupenda bajada hasta Lozoya con las espectaculares vistas del embalse de Pinilla nos esperan y después de ello una buena cena en Madrid, es lo que toca ahora. 

       Hasta la próxima!!!



Ir a página principal

No hay comentarios:

Nuestros Mejores Productos de Ciclismo

El Tiemblo, Sorprende!

Paneles Solares