He hecho noche en un hostal en el centro de la ciudad que
estaba a buen precio, hasta ahora me ha ido bien con el tema del hospedaje ya
que hay mucho albergue cerrado porque no hay tanto peregrino. He salido
nuevamente a primera hora de la mañana aun sin amanecer como es lo habitual y
retomo la carretera N632 con mucha precaución por el trafico. Afortunadamente
todo el trafico se desvía hacia la autovía justo antes de empezar la cuesta. Es
una buena subida la que realizo mientras amanece, dejándome unas espectaculares
vistas de las montañas por encima de las nubes con una de ellas formando una
pequeña isla en el centro del cañón y con el sol llenando de miles de colores
el firmamento a medida que se asoma. Ha sido uno de los momentos que mas
recuerdo del viaje, he sacado el teléfono móvil y he enviado una foto a mis
seguidores a través del what´s App para darles envidia cochina y de paso dar los
buenos días, la imagen ha surtido efecto y rápidamente no paran de enviar
mensajes que me animan en mi soledad. La primera población que me encuentro
Quintana, casi al hacer cumbre, pero no son pueblos precisamente para desayunar
pues esta todo aun cerrado. Unos metros mas adelante en Los Riegos empalmo con
el Camino de Santiago de los peregrinos que vienen andando y usan el tramo
compartido con la N632. a pesar de consistir en mas de lo mismo de todos los
días, es decir un sube y baja constante que me exigiría un gran esfuerzo para
continuar, siempre hay un hermoso paisaje que cambia constantemente y cada
pueblo tiene su propio encanto. He cruzado Gijón como quien no quiere complicar
mucho la cosa, por el efecto mismo del trafico de las ciudades pero
aprovecharía allí mismo para detenerme en una gasolinera a desayunar y
abastecerme de un par de barritas para picar en el camino. Lo cierto es que ha
resultado fácil, también porque la fresca de la mañana es muy tolerable. Llevo
chaqueta de invierno pero siempre suelo quitármela a media mañana y dejarla
colgando en la mochila para que refresque del sudor. También es posible que en
las horas de mas sol de día me hubiesen visto pasar con unos gallumbos y un par
de calcetines atados a las alforjas a modo de tenderete. Lo cierto es que
resulta muy efectivo.
Esta es una zona un poco complicada para mi por lo que me he
limitado a seguir a raja tabla la ruta trazada en mi navegador por temor a
perderme y perder mas tiempo. retomar nuevamente la N632 que me lleva por Soto
y La Era y unos metros mas adelante me he despistado tomando una complicada
trialera de subida en la Piñera, sin quedarme mas remedio que regresar a la nacional mas adelante
asumiendo el gran esfuerzo que me había costado subir. El día de hoy esta lleno
de subidas y bajadas y carreteras con muchas curvas y los nombres de los
pueblos no me coinciden con los que llevo apuntados, por lo que afino mi rumbo
para llegar a Cadavedo donde hago una pequeña parada técnica.
De la nacional 632 pasamos a la N634 con la playa de la
Arena luciendo su especial esplendor, la carretera tiene tantas curvas que casi
constantemente te cambia el angulo de visión que a través de los arbustos y los
árboles permite ver la ensenada, lógicamente sin dejar de pedalear. Al llegar a
Almuña he decidido detenerme, ya es justo, el cuenta marca la bobadita de 136
km y no hacia falta abusar. Ya en el albergue municipal he hecho noche con una
peregrina albanesa que lleva un carrito tirado por su bici, un perro y una
guitarra entre otras tantas cosas y un alemán andando con una mochila de 45
kilos y una perra, con estos dos personajes compartiría esta noche.