viernes, 22 de febrero de 2013

VUELTA AL HOYO



El camino desde el casco urbano se pierde rápidamente entre matorrales, dejando atrás un contraste entre casas modernas y de piedra y dando paso a extensos encinares que se alternan con arbustos en las zonas mas agrestes, así es el Hoyo. Nos pondrá a prueba con sus contrastes y sus senderos sobre el árido monte que pronto pasara factura a los bikers. Se necesita técnica porque el trazado aunque es corto, también es exigente y por ello nos mantendrá ocupados durante al menos tres horas con duras rampas y técnicos descensos, pero eso si, el paisaje enmudece.

Cualquier sentido es valido para liarla, en este caso en el mismo de las manecillas. La naturaleza de la cuenca alta del Manzanares implica restricciones, como no abandonar en ningún momento ni el camino, ni el sendero. Hay que ser responsables, arroyos protegidos refrescan de vez  en cuando nuestras cubiertas y a pesar de haber cantidad de estos, el terreno se torna árido, rodar cerca de un santuario de águilas es otra cosa portaos bien.

Del hoyo salimos hacia el chaparral hacia las machorras hasta rodear la Berzosa entre repechos que invierten constantemente la inclinación, manteniendo así muy vivito nuestro animo. No hay exageradas cuestas, la altimetría nos muestra como ganamos metros gracias a un interminable sube y baja con pendiente positiva hasta llegar a la zona alta del pueblo. Justo después de cruzar el arroyo de Peguerinos que forma la cascada del Covacho en el cerro que lleva su mismo nombre. A esta altura ya habremos sudado y comido unas cuantas barritas, mientras disfrutamos de las peñas que adornan el parque como la del Búho y peña Alonso.

En el Almorchón una paradita para ver el espectáculo, lo tiene montado naturalmente el Hoyo entre piedras, agua y encinas. En el track esta marcado como LAP2, yo os presento el santo pero no os hago el milagro, si queréis descubrirlo tendréis que rodar por allí y quien sabe, a lo mejor descubran también porque le llaman el Hoyo de Manzanares. Solo nos queda regresar por el monte Ejido y la Toja hasta nuestro punto de partida, si es que el sendero no se nos pierde entre matorrales y potreros, por ello siempre es bueno llevar un poco de sentido común para pasarlo en grande y salir de donde nos metamos. Yo solo os digo que es el sitio perfecto para el cross country pero eso que quede entre nosotros






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