Por Mirci
Con
un recorrido aproximado de 132 km de ida y vuelta y una altimetría
que ronda los 5.000 M.D.A. (Metros de Desnivel Acumulado), la ruta en
MTB hacia la laguna del Otún se convierte en uno de los retos mas
deseados por ciclistas expertos, por una parte, por la dificultad y
exigencia constante del trayecto y por otra, por el encanto de una
naturaleza que cautiva igual que se ensaña y representa a mi modo de
ver, una de las mejores rutas de mountain bike en la actualidad en
Colombia.
La
Laguna del Otún es nada menos que el lugar tradicionalmente escogido por
montañistas expertos, para pernoctar en
su recorrido por el parque nacional natural de los
nevados y continuar su viaje. Con sus 4054 m de
altitud, este embalse natural se asienta en un paraje de
características únicas. Gracias al deshielo del nevado de Santa
Isabel, sus aguas conforman un paisaje peculiar y espectacular,
mientras se preparan para iniciar su viaje hasta nuestras casas dando
origen al río Otún. Es una zona zona agreste, de bajas temperaturas
y fuertes rachas de viento que generan sensaciones térmicas muy
bajas. Predominan los cielos nublados e inestables gran parte del año
y acompañan la lluvia y la niebla, lo que no le hace el mejor
anfitrión. Lo conozco muy bien porque tuve el primer encuentro con
este espectáculo hace mas
de 3 décadas y desde entonces he sido cautivado por su
esplendor, pero también he sido testigo del deshielo, de avalanchas,
sequías y del efecto del cambio climático. He disfrutado toda mi
vida con este hermoso paisaje y a pesar de considerado como el patio
de mi casa (todo un privilegio), lo hago mas por respeto que por
cercano y hoy en día aun mas, porque hoy es posible lo impensable:
Ir y regresar de la Laguna del Otún en un solo día en mi bicicleta
de montaña.
La
salida a las 04:00 hrs con mi colega Varela desde la Gobernación del
Risaralda
 |
Varela con Mirci - salida 04:00 hrs |
conectando un poco mas adelante con Joe y Santi para
completar los 4 del equipo. Parece increíble pero no somos los
únicos búhos de la noche y aquí estamos, al igual que otros
noctámbulos, a esta hora de la madrugada pedaleando con la ilusión
de alcanzar nuestros sueños. Nos adentramos en la ruta atravesando
la vecina localidad industrial de
Dosquebradas por la Av. Simón
Bolivar mientras atravesamos polígonos industriales, comercios de 24
horas con alguno que otro cliente, un bar o una cantina con gente
pasada de copas y demas habitantes noctámbulos que nos ven pasar
expectantes: Algo esta pasando, no es del todo habitual que cuatro
bikers bien equipados y llenos de atuendos
ciclistas ronden la salida
de la ciudad a estas horas, pienso yo para mis adentros. Tomamos la
salida hacia Santa Rosa por el puente Helicoidal que en su total
oscuridad, nos va haciendo ver realidad nuestro objetivo. Aunque
falte todo el recorrido ya vamos pensando en donde estaremos de aquí
a las 16:00 hrs. Y es que esta primera subida incluye rampas
sobre
asfalto de hasta del 23%, que sumado al trafico de camiones
articulados, son suficientes para inquietarnos y calentar bien las
piernas.
Son
15 km hasta la siguiente localidad de Santa Rosa de Cabal la cual
bordeamos sin pasar por sus araucarias, aun sobre asfalto y a la luz
de las farolas, dejamos atrás ese trafico pesado, tomando la carretera que conduce
hacia los termales de San Vicente (este maravilloso regalo de la
naturaleza que se alza a modo de balneario), donde poco después de
la zona de potreros esta el ultimo kiosko quizás (solo queda una
tienda mas adelante pero de seguro la pillamos cerrada a estas horas)
y los comensales
nos ofrecen un cafelito hecho con esa aguapanela
tipica,que me ha hecho añorar tantas veces estas tierras durante mi exilio. Algunos km
mas adelante nos alcanza la moto de apoyo que trae algunos de
nuestros euipamientos para el frío y sobretodo algo de hidratación
para ayudarnos a aligerar un poco el peso (la moto ha resultado muy
útil, pero como hemos
demostrado en anteriores maratones por la
zona, no es indispensable, no se desmotiven por no contar con ella
para iniciar una travesía como esta). Vamos conectados con emisoras
de radio frecuencia para mantener el grupo mas compacto y solicitar
alguna cosa a la moto en caso de necesitarlo. Esta primera
parte es
muy conocida por todos los ciclistas, el asfalto termina en un lugar
conocido como Don Lolo por el estadero y los chorros y continuamos
por camino de piedra en buen estado por las veredas El Vergel y
Cañaveral y la Hacienda Pinares alternando con rampas de hasta un
18% para mantenernos ocupados hasta el desvío de San Vicente en el
km 32.

Aquí viene una buena cuesta del km 32 hasta el km 36 desde
San Vicente hasta la escuelita de la Vereda La Linda que hace parte
del distrito de conservación Campoalegre, donde esta la primera
barrera de información forestal y donde hay que detenerse un par de
minutos a firmar el libro de acceso al parque de la CARDER. Claro que
primero habrá que lidiar con esos 4 km brutales con rampas de hasta
el 23%, manteniendo el equilibrio y centrados para subir este puerto
de categoría especial, marcado por su dificultad técnica y por una
espectaculares vistas que se cuecen a nuestras espaldas en la medida
que vamos pedaleando. Durante las ultimas 3 horas hemos pasado de los
1386 m de altitud en nuestra querendona ciudad de Pereira, a los 3181
m de altitud en la escuelita de la Linda, para completar los primeros
36 km de recorrido y por poco los primeros 2.000 M.D.A. En la
escuelita hacemos reagrupamiento, dado que con el aumento de
inclinación y de la dificultad del recorrido con un suelo con mas
piedra suelta en este sector, también ha crecido la distancia entre
cada uno de nosotros, una Vez firmado el libro de acceso y
reagrupados, continuamos nuestro recorrido hacia la finca Cortaderal.
A
partir de la Linda hay que pedalear con un poco mas de técnica, se comienza a sentir un la
altitud y van
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Escuelita La Linda |
pasando factura los km pedaleados desde Pereira (al fin y al cabo llegar a la Linda es de por si un reto superado), pero
la mejor parte del recorrido esta por empezar. Nos descolgamos por el
camino que conduce de la Linda hacia el Río Campoalegre y cruzamos
un tramo de camino de piedra con algo mas de técnica. Luego por 4
km de sube y baja constante con pendiente negativa (Quiero decir aunque haya sube y baja, perdemos altitud, en otras palabras hay mas bajada que subida) nos sitúan en la
Finca Cortaderal y la zona conocida como el Pabellón. Pero el sube y
baja continua hasta Campoalegre, no sin antes pasar un par de fincas
en las que los niños nos animan y saludan alegremente y con un
ligero descenso nos situamos nuevamente a 2937m de altitud en el km
47 de la ruta, preparándonos para el ascenso mas importante del km
47 hasta el km 66 Aproximadamente. Nos esperan rampas a lo largo de
20 km, entre el 6% y el 30% de inclinación que nos mantendrán bien
ocupados ganando altitud en este último tramo hasta nuestro destino
en el km 66 en la laguna.
Tendremos
que cruzar una zona Bastante agreste mientras vamos dejando poco a
poco
atrás la espesa vegetación, como es costumbre en rutas de alta
montaña, lidiando con algunas rachas fuertes de viento y algo de
niebla que se acrecientan en la zona de la Hacienda Potosí en el km
56 de la ruta aproximadamente. Desde El inicio de esta ultima cuesta
en el km 47, hasta Potosí hemos subido constantemente 9 km que nos
sitúan a

3537 m de altitud y nos anuncian los cerca de 10 km que nos
faltan para llegar a nuestro destino. De la inestabilidad del clima,
os cuento que el penetrante frío de la altitud y las rachas de
viento sumadas a la espesa niebla, nos traen inquietos pensando en si
vamos o no, a conseguir nuestro objetivo el día de hoy, algo que
vengo pensando desde que salimos (y que no menciono en voz alta para
no desanimar a mis compañeros, aunque estoy seguro que son
conscientes de ello) y especialmente desde que se termina el asfalto
en la zona de Don Lolo en el km 22, muy pendientes de las nubes en el
cielo dado que ya hemos tenido que interrumpir expediciones como esta
por mal tiempo. Un campesino un día nos dijo, que cuando empieza a
llover por aquí, no para en dos o tres días y de hecho ya lo he
comprobado, es una zona muy húmeda y muy inestable así que hay que
estudiar muy bien las posibilidades antes de salir, les adelanto que
en esta ocasión hemos tenido suerte.
En
Potosí hemos coincidido con una carrera de Running de alta montaña
con
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Joe con Runner de carrera de montaña |
participantes de todos los destinos del mundo y nos hemos dado a
la tarea de animarlos en su recorrido hacia Villamaría por las
montañas mientras reagrupábamos otra vez y descansábamos unos
minutos. La organización nos ha brindado un temtempie de arroz paisa
y nuestra moto acompañante algo de agua y
provisiones para
continuar. En este punto decidimos continuar mejor abrigados
sobretodo por el fuerte viento. Continuamos nuestro camino, con mas
cuesta desde luego (en esta ruta cuesta es lo que hay), entre
potreros y pequeños cultivos dispersos hasta que nos topamos con el
nevado del Cisne que a veces parece situarse a la izquierda o a la
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Nevado del Cisne |
derecha de la carretera por sus pronunciadas curvas, pero eso si,
hemos acertado con el clima y las nubes alternan dando paso al sol
para mantenernos calientitos. Podremos
pedalear por pista, que a propósito esta en mejores condiciones desde Campoalegre, hasta el km 61 aproximadamente donde se
encuentran los guardas forestales y a partir de allí el paso en
bicicleta o cualquier otro tipo de vehículo se encuentra
temporalmente restringido por consideraciones medioambientales de la
CARDER y de Aguas y Aguas de Pereira, dejando paso unicamente
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Reagrupando en el Cisne |
caminando los ultimos 7 km y previo pago de $15.000= por persona (5
Euros). Esta restricción es una pena dado que existe un camino
adecuado para llegar hasta la Laguna del Otún sin poner en riesgo el
ecosistema, mas que los senderistas y campistas que campan en la zona
y atraviesan extensos campos. A pesar de ello hemos podido acceder a
la zona gracias a contar con permisos especiales.
De
la laguna del Otún puedo asegurarles que es la mejor recompensa que
una ruta
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Varela: y mi bici? |
puede tener, las cerca de 10 horas pedaleando duro para llegar
a ella lo demuestran, pues luego de tanto esfuerzo, nos encontramos con un peculiar paisaje de
carácter volcánico y glaciar, rodeado
por
extensos bosques naturales de la región altoandina colombiana, que
se pierden en el horizonte y se confunden entre multiplicidad de
colores, de grandes
rocas
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Descansito |
y
de montañas,
de
nuestro
impetuoso,
blanco y tímido
Nevado
de Santa Isabel que
parece esconderse permanentemente entre las nubes y
de
mas
nubes que siempre están
danzando
por el cielo. Para mi (y para muchos) Un trozo del paraíso a unos cuantos km de nuestra querendona Pereira, en el que el sonido de patos
y
colibríes ambienta un paisaje resguardado ante imponentes frailejones
que junto
con
otras especies de arbustos,
son los mejores testigos de nuestra particular hazaña
 |
Laguna de la Leona |
y del paso del tiempo. Solo nos queda aprovechar al máximo este momento para dejarlo alojado en nuestra mente e ir pensando en nuestro regreso.
De
la vuelta solo les digo que es el mejor y mas largo descenso que he
podido disfrutar en mi bicicleta de montaña y me he divertido como nunca. No
puedo dejar de rebobinar
en mi cabeza aquellos
momentos
para intentar describir
mejor este día y por mucho que lo intento
no encuentro en
mis
recuerdos
la

tortura de
esta
interminable cuesta,
ni
las horas que nos ha costado. Solo
recuerdo
haber encontrado la combinación perfecta entre cuerpo y mente para
llegar a nuestra meta, un
lugar que
traigo resguardado desde
que
lo
conocí y
me
ha
cautivado ayudandome a mantener el rumbo, a querer abandonar
el
trafico noctambulo de la querendona y
a
mantenerme motivado.
Estamos
aquí con
la satisfacción
del deber cumplido y la recompensa de sentirnos
 |
Edu con los frailejones |
vivos,
con los pulmones llenos de aire y nuestro corazón latiendo de
alegría y aunque no
soy ni poeta, ni filosofo, (seguramente
ustedes ya lo sepan)
he
llegado a sentirme
como uno de ellos por
lo
menos por un
instante
y
gracias
a ello he recargado
mi alma, que
se nutre del
verde intenso
de la montaña y
del paisaje, del calor o del frío y
sobretodo
del
arduo
trabajo que implica llevar a cabo esta odisea.
No
puedo mas que intentar compartir mis ambiciones
con
ustedes y darles las gracias por estar aquí ya que
mientras
escribo no
puedo evitar
pensar
en
cuando me encontrare de nuevo con mi querida
y añorada Laguna
del Otún en mi MTB.
Agradecimientos Especiales: Equipo Cedral Bike, Trocha Leña, Eduardo Betancourth, W Andres Torres, Mauricio Varela, Joe Marin, Santi Posada.
Información General:
Albun de fotos