domingo, 7 de agosto de 2011

"El Berrueco: Cuatro embalses un solo objetivo, diversión!"



Ya sabía yo que me esperaba una tarde de sábado divertida, pues uno de los requisitos para que una ruta no defraude es tu disposición a dejarte llevar por ella, abierto y atento a lo que se va presentando.


Como de costumbre aprovecho los ratos libres entre diario para dejar a punto mi bici y dejar prácticamente del todo claro el recorrido, las baterías cargadas para el teléfono y el GPS, y aunque muy ligero, el equipaje. Se trata de una ruta que abarca zonas que conozco lo suficiente para no perderme pero no quiero líos, tengo que hacer unos 60 km y salir de tarde. Así que llevo entre otras cosas una linterna por si hace falta. Gracias al verano los días son muy largos y tendremos luz hasta las 22:00, pero también hace mucho calor. Al salir del Berrueco siento el aire muy fresquito para esta época del año y eso me tranquiliza bastante.



Durante la primera parte del recorrido tengo que sortear alguna imprevista trialera y caminos cortados por el Canal de Isabel Segunda por precaución, les he llamado para ver que todo esta bien y me han sugerido que tome el camino de piedra en lugar de la senda que va sobre el embalse, esta construido sobre algunos muros de la presa antigua y hay peligro de derrumbamiento, he visto gente circulando por ellos y veraneando en su rivera pero hago caso a su sugerencia. Para tener a cuestas el sol de las 14:30 lo cierto es que llevo muy buen ritmo y después de recorrer practicamente todo el embalse de El Atazar comienzo a subir dejando de lado el embalse de El Billar hacia Cerrada de la Fuente, no sin antes cruzarme en el camino con una pareja de ciclistas que además de demostrarme que no era el único dispuesto a divertirse, me saludan amablemente al cruzar una cerca y me preguntan por mi itinerario.


Ellos también acababan de salir y no lo tomamos con mucha gracia, pues además de algunas nubes que se han compinchado con nosotros y actúan como sombrilla, el viento fresco y nuestros caminos en sentido contrario, nos despedimos con los mejores deseos. Parecía que nos conocíamos, pero no, gente amable es lo que abundamos en la sierra. Pero yo sigo llevando en mi mente el largo recorrido que me espera y las pocas o nulas paradas que tengo programadas hacen que tenga que evitar detenerme en exceso para disfrutar el paisaje, lo mejor es intentar mantener el ritmo. Así que asimilo todo lo que puedo mientras pedaleo.

Al pasar Serrada de la fuente, además de encontrarme con la imagen típica de pueblo de la sierra, me encuentro también una apacible soledad en el ambiente generada en parte por la siesta del medio día que también en la sierra es sagrada, solo un perro viejo me miraría para seguir durmiendo (y aclaro que no hace falta que me persiga) con tanta pereza como años acostado en la escalinata de la puerta de su casa, puerta abierta con una cortina de esas de aire hechas de colgantes de las que solo había visto en la ciénaga grande, típico de esas casas que no tienen aire acondicionado y que para refrescarse solo hace falta que dejen la puerta abierta. Las callesitas estrechas y adoquinadas me dejarían para continuar mi recorrido por carretera, muy a pesar de mis ruedas de trail, pero que se agradecería por el aumento de la velocidad. Algo similar me sucedería a mi paso por Paredes de Buitrago unos km mas adelante, parece que no viviese ni un solo fantasma, en una curva muy pronunciada la calle: “Soledad”. Aunque es digna de una foto creo que no se la he hecho porque me dio algo de miedo. Solo un par de coches me encontraría, hasta cruzar la presa del embalse del Puentes Viejas, parada obligada para algunas foticos.

Luego de unos cuantos km, dejaría una vez mas la carretera para tomar un camino forestal mucho mas divertido con un sube y baja permanente a través de unas pineras que culmina otra vez por carretera, con mas gente ya despierta, como unos guardias civiles que me miran atentamente abrir y cerrar una berja mientras van en su todo terreno hacia Buitrago de Lozoya. Hay que tomar un tramo de la ruta del paseito por el valle de Buitrago pero con mucha montaña, pero la parte del valle, que tantas veces nos ha entretenido con su pendiente -1 ó poco mas para apenas pedalear, pero en sentido contrario mucho mas difícil hasta llegar al mirador de Riosequillo, un cachito mas de carretera por la M604 que sale de la autovía A1y que tantas veces tomamos hacia Lozoya y Rascafría y que sube hasta el puerto de Navacerrada. Pero nosotros solo nos apañamos unos pocos km por su asfalto, al llegar a El Cuadrón tomamos un camino mucho mas complicado y lleno de trialeras de subida que representan la parte mas difícil y divertida de todo el circuito, el nivel es alto y tiene mucha roca y dificultad técnica permanente y los pequeños descansos bajando tienen mucho riesgo. Termino de descolgarme hasta que cruzo la A1 nuevamente y me encuentro con otra trialera con algo de cuesta pero con mucha bajada hasta que tomamos la M131 hacia El Berrueco nuestro destino.

Pedazo de ruta que os he dejado en el endomono y el wikiloc, excelente en todos los sentidos, Si hubiese una categoría que implicara tener un poco de cada una, entre tramos fáciles y difíciles, carretera, caminos forestales, trialeras, mucha vegetación y mucha piedra, valle, algo de montaña, muchos pueblecillos a tu paso y porsupuesto espectaculares vistas, le asignaría la categoría "divertidisima". Te encontraras tres embalses, bueno en realidad son 4, El Atazar, El Villar, pasas la presa de Puentes Viejas y Riosequillo. Como siempre ahí esta pintada la Sierra de Madrid, siempre sorprende, espectacular ruta os la recomiendo, preparaos para la diversión durante las casi seis horas de recorrido, no os arrepentiréis, llevad mucha agua, la necesitareis!!




              Saludos!!!

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