Ya es domingo y este puente de fiesta me ha dejado tiempo para realizar algunas rutas que tenia en mente, así que hoy he decidido salir de nuevo ya que me encuentro bastante recuperado después de los mas de 50 km de montaña de ayer, para dar una vueltecita, como suelo decir a ver que pasa, pero con la clara disposición de ir hacia el Valle del Lozoya, con la intención de subir Al Purgatorio.
Sé que estoy lejos del punto de inicio pero esto no me preocupa, el camino por la autovía se hace también entretenido, entre los demás coches que van y vienen de sus vacaciones. Seguramente no seré el único que lleve enganchada su bici de montaña a la parte de atrás de su coche, esta mañana alardearemos otra vez de montaña. Además ya os lo he dicho antes, que Rascafría es un muy buen anfitrión y con un domingo movidito hay mogollón de paseos, excursiones y ciclistas en busca de aventura. El paseo comienza sobre terreno llano hacia el Monasterio del Paular, sorteando todo tipo de excursiones que se dirigen a todos lados, sobretodo hacia las pozas de agua rodeadas de robles y pinos que sirven de piscina natural y veraneo a cientos de turistas y residentes del lugar, y otros que se dirigen hacia la cascada del Purgatorio, un salto de agua de alrededor de 15 m de altura que forma el cauce del río Aguilón a través de las peñas del Purgatorio.
Y yo que pensaba que el Purgatorio era esa cuesta iba a terminar cobrando todas mis penas a través de una agreste subida, pero no. Por su pista forestal, pues contrario a lo esperado, a las peñas del Purgatorio se llega subiendo de una manera muy cómoda con poca inclinación y mucha vegetación verde que adorna las laderas y mucha piedra caliza que se ha ido puliendo a través de la historia con el agua, el viento y el deshielo.
Conozco cuestas mucho mas difíciles, que podrían tener el calificativo de purgatorio, pero a este sitio en particular de la sierra, estoy a punto de perderle prácticamente el respeto, en lo que respecta claro está, a su dificultad, y todo lo contrario, una sublime admiración hacia sus maravillosas vistas del Valle de la Alameda y su ambiente tan natural y sobretodo al aire que se respira.
Desde el mirador de la Alameda se pueden observar una gran cantidad de picos y puertos de montaña, al igual que algunos pueblos característicos del valle del Lozoya entre los que destacan el pico de Peñalara , el puerto de Navafría, el de Malagosto y el del Reventón y los pueblos de Rascafría, Pinilla y Alameda del Valle entre otros. El descenso a través de la Majada del Cojo se hace por pista forestal y es muy entretenido e inevitable una que otra parada para apreciar la vegetación y el paisaje que cambia constantemente y la entrada de nuevo al valle del Lozoya por la Alameda y sus típicos pueblos de Oteruelo y los Grifos, hace que culminemos este espectacular paseo por un angosto camino de piedra que bordea la carretera M604 hasta regresar a Rascafría.
Pero antes, por supuesto, habiendo descubierto una que otra rambla a la espera del deshielo del próximo invierno, potreros llenos de vacas y hermosos caballos pastando con sus potros y potrancas y uno que otro arroyuelo o paisaje serrano adornado por la arquitectura de sus pueblos y de algunos elementos típicos como el Potro de Herrar que encontramos en casi todas las localidades y le dan ese toque particular a nuestro recorrido, ya os ire subiendo todas estas fotos al FBK,
Y ahora me voy a casa con esa sonrisa que siempre me queda en mi cara, luego de haber pasado por la sierra...
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