Desde Mondoñedo parto con los ánimos recargados para
afrontar una jornada caracterizada por un puerto de cuarta categoría que me
mantendrá pedaleando fino una vez iniciada una jornada y mucha mas montaña
mientras continuo adentrándome por tierras gallegas, una vez mas Galicia hace
alarde de buen anfitrión y ofrece espectaculares paisajes, en mi caso
disfrutando de un inusual buen tiempo. Desde mi partida soy consiente que es
difícil llegar a Santiago el día de hoy, por lo que planeo pedalear sin prisa y
quedarme en algún albergue u hostal pocos km antes de llegar a Santiago.
He de partir de esta preciosa villa que engalanada con su
casco antiguo conserva construcciones del S. XIII como su catedral, el
monasterio o el convento y que le dan ese toque mágico a mi recorrido,
agradecido por su hospitalidad y dispuesto a pedalear. Los primeros 10 km por
carretera comarcal hasta hacer cumbre en el primer puerto del día donde empalmo
con la N634 a la altura de O Chao Da Aldea, un pequeño caserío sobre la ruta.
Hace fresco con niebla matinal pero todavía la temperatura mínima se mantiene
sobre los 10ºC, tengo el tiempo a mi favor. Solo un par de km mas adelante me
he salido de la nacional y he tomado el camino que va paralelo a la carretera
para hacer el trayecto mas interesante aunque unos km mas adelante a la altura
de Aladín O Provecende continue nuevamente por la carretera N634 y cruzaría
Fernandaño. Vosotros podéis escoger, el camino continua paralelo a la nacional
durante muchos km a un lado y al otro, cruzando pueblitos y pequeños caseríos,
yo he preferido continuar por la carretera puesto que el camino implica mayor
esfuerzo y además llevo muy desgastada la rueda trasera para andar sobre
piedra. Tanto la carretera como el camino coinciden un muchos tramos, como por
ejemplo al pasar por Galanas y O Campo Do Cristo y también comparten algunos
tramos como al llegar a Vilalba, donde aprovecho para tomar un cafelito. En
cualquier caso, la zona es muy rica en vegetación y riachuelos y las carreteras
nacionales no solo permiten disfrutar del paisaje sino que también atraviesan
muchos caseríos y pueblos durante todo el recorrido.
En Guitiriz he de desviarme por carreteras comarcales (la
CP2302 y CP8001) teniendo que lidiar con un enorme rebaño de vacas sobre la vía
mientras subía un pequeño pero exigente puerto a unos 200 m de desnivel.
Tendría que subir y subir entre tantas vacas, que aunque muy mansas parecían
volverse ariscas por momentos, he librado este duro tramo como quien libra una
batalla contra los gigantes molinos de viento. Justo en la cima se encuentran
los gigantes eólicos de viento y al pasar por allí rozan prácticamente mis
orejas, una grata experiencia. Los km que quedan, pedaleando entre falsos
llanos sobre asfalto y con una pendiente negativa, me dejarían culminar esta
larga jornada pasando algunos pueblos como Sobrado y Gándara por comarcales
hasta empalmar en la población de Arzúa con el camino Francés, donde tomo la
N547 hasta llegar a Os Penedos.
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